¿Alguna vez has echado una maldición sobre tu nevera porque de la nada se han estropeado tus alimentos? ¿Y en el cesto de la fruta o en la despensa donde guardas las patatas, ordenas todo correctamente? Si nunca has hallado respuestas y quieres saber cómo almacenar mejor tu compra sigue leyendo, te será muy útil.
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Aunque restemos importancia o no tengamos tiempo para organizar la nevera o la despensa es conveniente tener en cuenta unos sencillos trucos para que nuestros alimentos se conserven de la mejor manera. Tenemos que hablar entonces de la contaminación cruzada, la mezcla de olores no buscados y la maduración de frutas y verduras.
Comencemos por la nevera. En busca de la seguridad alimentaria debemos subrayar que no es aconsejable colocar en un mismo estante productos crudos y cocidos. Los segundos se deben atemperar y dejarlos en la parte alta de la nevera. Para evitar esa contaminación que algunos alimentos pueden tener hacia otros sanos, los expertos también recomiendan separar zonas de embutidos, lácteos, y verduras.
Alimentos que maduran precipitadamente. Existen ciertas frutas como la manzana, el kiwi o el plátano o vegetales como el tomate, la cebolla o el pimiento que desprenden un gas denominado etileno, que acelera el proceso de maduración de estos alimentos. Por lo tanto, si colocamos en la nevera o cesto de la despensa uno de ellos junto a otros sensibles a este gas con seguridad acabarán madurando rápidamente.
Finalmente y poniendo atención en la despensa, este último proceso que hemos mencionado también puede afectar a la convivencia entre patatas y cebollas. Precisamente es este último alimento el capaz de contaminar al desprender etileno a las patatas. No obstante, y aunque es aconsejable separarlas en la despensa, los expertos llaman a la calma y afirman que la larga vida de las patatas hace que se vean poco afectadas por este fenómeno.