Si eres de esas personas que pensaban que estos alimentos eran iguales, a continuación, te vamos a explicar por qué estás en un error y cuáles son las pequeñas pero consistentes diferencias entre los waffles y los gofres. Sabor, textura o hasta aspecto, estos dos son desayunos demasiado similares, pero para comenzar a diferenciarlos te vamos a compartir algunos datos que te ayudarán para saber cuál es cada uno de ellos.
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Antes que nada vamos a hablar de su origen: los waffles provienen de Estados Unidos y los gofres son uno de los productos típicos de la repostería en Bélgica. En cuanto a su aspecto, ambos tienen forma de rejilla con una textura de panales de nido de abeja y al hacerlos en un molde especial consiguen un sabor esponjoso.
Otra de las diferencias más claras es cómo se preparan, sus ingredientes y su forma de elaboración. Mientras que el waffle utiliza un leudante químico, el gofre lo hace a partir de los microorganismos de la levadura fresca. Esto diferencia los leudados, mientras que el primero queda más esponjoso, el segundo, con la levadura fresca queda algo más crujiente.
El gofre suele tener orificios más profundos lo que hace que la mermelada, lechera o cajeta pueda llenar esos espacios con más producto mientras que los waffles tienen orificios más estrechos, por lo cual es menor la cantidad de productos que puede alojarse entre sus orificios.
Estos dos deliciosos alimentos sí tienen diferencias entre ellos, pero generalmente son confundidos porque a simple vista tienen un aspecto similar. Pero si eres un amante de la gastronomía tienes que saber que cada bocadillo tiene sus propias características que los hace ser totalmente diferentes. Ahora sabrás que los waffles y los gofres no son lo mismo, ambos resguardan algunas diferencias que los hacen únicos con un sabor digno de deleitar para el desayuno o como una forma de alimentar un antojo dulce.