Los Gofres fueron introducidos en Norteamérica en el año 1620 por los colonos de los Países Bajos (Bélgica). Lo cierto es que este viernes se celebra su día Internacional por lo que es una excelente excusa para aprender a realizarlos. Haciendo un poco de historia, el día surgió en Suecia, símbolo del inicio de la primavera. La celebración fue extendiéndose hacia los países europeos lindantes y finalmente se convirtió en un día Internacional.
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Es posible que todos conozcan ya esta receta típica, pero para los que no, se trata de una galleta crujiente con forma de rejilla originaria de Bélgica, elaborada con una masa de harina de trigo y huevos que se cocina entre dos moldes o planchas calientes denominadas gofreras. Gofre (del francés Gaufre) o waffle (proveniente del neerlandés Wafel). Una idea genial para sorprender un día a la familia en el desayuno.
La receta de los Gofres
Ingredientes
-250 g. de harina
-25 g de levadura fresca o 8 g. de levadura seca
-150 gr. de azúcar perlado (o azúcar común si no encontráis)
-200 ml de leche
-100 g de mantequilla
-3 g. pizca de sal
-1 sobre de azúcar avainillado
-2 huevos (separadas claras de yemas)
Preparación
1-Ponemos un cazo a fuego medio, con toda la leche salvo un vasito pequeño, y añadimos la mantequilla. Dejamos que la mantequilla se vaya fundiendo, lentamente y sin hervir, para que la leche no alcance excesiva temperatura. Cuando esté totalmente fundida retiramos y dejamos entibiar unos minutos. Añadimos a esta mezcla una vez entibiada, las yemas de huevo, una a una y rompiéndolas bien para que no se nos cuajen al incorporarlas. Reservamos.
2-Entibiamos en el microondas la leche del vasito, y disolvemos en ella la levadura fresca, si usamos levadura fresca. En caso de usar levadura seca liofilizada, la podemos incorporar directamente a la harina y en ese caso pondremos toda la leche para fundir en ella la mantequilla.
3-En un bol mediano, tamizamos la harina y le añadimos la levadura seca si la usamos, la sal y el azúcar avainillado. Si no tenemos azúcar perlado, es el momento también de añadir el azúcar común.
4-Hacemos un hueco en el centro de la mezcla de harina y añadimos en él, la mezcla de leche, yemas y la mantequilla y la leche con la levadura fresca si la hemos usado. Mezclamos bien, de dentro a fuera, hasta obtener una masa homogénea y muy blanda, como una masa de creps muy espesa.
5-Cubrimos nuestra masa con un film engrasado y dejamos reposar a temperatura ambiente hasta que esté esponjosa y haya doblado su volumen. El tiempo dependerá de la temperatura ambiente, pero ahora mismo... con este comienzo de primavera tímido tardará algo así como 30-40 minutos.
6- Pasado este tiempo añadimos el azúcar perlado de forma que quede bien repartido e integrado por toda la masa. De esta forma, revolviendo con la cuchara de palo, mientras incorporamos el azúcar aprovechamos también para quitar los gases a la masa.
7-Montamos las claras a punto de nieve y las añadimos a la mezcla anterior con movimientos envolventes hasta que estén totalmente integradas. Éste es un paso clave para que quede crujiente.
8-Calentamos la gofrera, la untamos bien en mantequilla y depositamos 2-3 cucharadas de masa, y las repartimos rápidamente por la totalidad de la superficie. Esta operación conviene hacerla rapidita para que luego los gofres se doren de forma homogénea. No añadir demasiada masa, la justa para cubrir los dos gofres, ya que la masa crece y se expande con el calor y al cerrar la gofrera puede desbordarla por los laterales.
9-Sacamos de la plancha con ayuda de una espátula de silicona o un tenedor de palo y dejamos sobre una rejilla unos segundos, para que el calor que desprende el gofre no lo revenga. Cuando hayan dejado de estar blanditos, y comiencen a endurecer los cortamos y servimos calientes, acompañados de lo que más os guste, sirope de chocolate, fruta, creme fraiche, mantequilla aromatizada…