Las vitaminas son compuestos heterogéneos y muy imprescindibles para la vida ya que, al consumirlos de manera equilibrada, promueven el correcto funcionamiento biológico. Existen una enorme variedad de vitaminas y cada una cumple una función determinada. En el siguiente artículo, sabrás los beneficios de la vitamina D y qué alimentos la contienen.
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Las vitaminas son precursoras de coenzimas, grupos prostéticos de las enzimas. Esto quiere decir que la molécula de la vitamina pasa a ser la activa, sea esta coenzima o no. Se clasifican en liposolubles que incluye a las vitaminas A, D, K y E y se consumen con alimentos que contienen grasa. Por otro lado, las vitaminas hidrosolubles son las que se disuelven en agua y se caracterizan por tener moléculas de nitrógeno.
Por otro lado, la vitamina D tiene múltiples funciones donde la más importante es regular el calcio y fosfato a nivel renal. Esto promueve la absorción intestinal a partir de los alimentos y la reabsorción de calcio a nivel renal. Entre los alimentos que contienen este tipo de vitaminas se encuentra el aceite de hígado de bacalao y los pescados azules como atún, salmón y sardina.
Sin embargo, en invierno, el consumo de vitamina D disminuye ya que es cuando menos nos exponemos el sol, ya que sus rayos también contienen. Sin embargo, no os debes preocuparte debido a que puedes consumirlo a través de algunos alimentos. El salmón ahumado es una buena opción para incorporar a tu dieta y además puede conseguirse todo el año, provee grasas sanas y proteínas de alta calidad. Entre los mariscos, las ostras también aportan una gran cantidad de vitamina D.
Siguiendo con la línea de los pescados, la sardina fresca puede conseguirse fácilmente tanto fresco como enlatado. Ofrece 8 microgramos de vitamina D por cada 100 gramos. A su vez, los huevos, en especial, las yemas es una fuente concentrada de vitamina D y se pueden elaborar desde platos dulces hasta saladas. En cuanto a los lácteos, los quesos son ideales para los vegetarianos y además de vitamina D, se incorpora calcio. También, la leche y el yogur ofrecen 1,5 microgramos de vitamina D por cada 100 gramos. Por último, los hongos contienen un alto contenido de vitamina D y puede utilizarse como revuelto o salteado.