Si bien la pandemia de coronavirus originó una avalancha de consumidores que acudieron a los supermercados a abastecerse y hubo un pico de consumo casi inédito, en ese momento, la industria alimentaria tuvo una rápida reacción y logró mantener abastecidos todos los supermercados.
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Cierto es que cuando todo parecía encaminarse plácidamente a la normalidad se desató la guerra entre Ucrania y Rusia, que por estos días conmueve al mundo y volvió a descalabrar el consumo aunque con un agravante, la reposición no será tan sencilla, debido al desabastecimiento.
Efectivamente, las ventas realizadas por los supermercados e hipermercados en la semana 10, la que va desde el lunes 7 al domingo 13 de marzo, se dispararon hasta alcanzar un crecimiento del 23% sobre la misma semana del año anterior (para poner en contexto esta cifra, el promedio de las semanas anteriores se situaba alrededor del 6%), según datos de NielsenIQ.
Sin dudas, la situación de estos días no es comparable a la de hace dos años, pero el miedo al desabastecimiento provocado por la huelga de transportistas unido a la preocupación y la solidaridad que la guerra de Ucrania viene generando en las últimas semanas han vuelto a dejar muchos huecos en los lineales, como en el caso de la leche que, en algunos casos, llenaban su espacio con papel higiénico.
Estas grandes compras de producto no se han limitado a un determinado formato comercial y tanto supermercados (+22%) como hipermercados (+28%) han registrado evoluciones atípicamente elevadas. También se consolidó la compra online, que se ha consolidado en los dos últimos años como una opción más para muchos hogares, repuntó con fuerza en la última semana (+17%) alcanzando una cifra de ventas cercana a los 50 millones de euros.
Con respecto a las categorías de producto que más han visto dispararse sus ventas, aunque la mayoría crecen muy por encima de las semanas anteriores, sí que podemos establecer una diferencia significativa entre la evolución de los productos envasados (+27%) frente a los productos frescos (+13%).
Y dentro de los envasados, el protagonismo ha sido para las categorías de despensa, las que permiten un almacenamiento más prolongado y las más adecuadas para ser transportadas a donde más se necesita en estos momentos. Alimentación Seca creció el 47% (con los aceites evolucionando al +289% sobre el año anterior), conservas el 45% y leches el 35%.