La merluza es un pescado blanco de agua salada que se alimenta, fundamentalmente, de otros peces más pequeños. Entre los beneficios de la merluza destaca su bajo contenido en grasa, y su alto contenido en proteínas de alto valor biológico, así como en vitaminas del grupo B, fósforo y potasio.
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La Cuaresma es el periodo de tiempo litúrgico que se inicia el Miércoles de Ceniza y finaliza antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. Se trata del momento previo y de preparación para la Pascua. Es por esto que en el siguiente artículo te enseñaremos a cocinar la merluza de forma correcta para que quede a punto.
El pescado es frágil y delicado, y su carne necesita ser tratada con cuidado para no pasarse. El tiempo que debe transcurrir para que la merluza esté cocida, depende de varios factores, como por ejemplo el tamaño de la pieza, si es fresca o congelada y de la receta, es decir si la hacemos hervida, al vapor, al horno, etc.
Si la vamos a hervir, el tiempo debe ser de unos 5 minutos. Una vez que pongamos la pieza en el agua (la cual ya deberá estar hirviendo), debemos esperar a que el agua vuelva a hervir para empezar a contar el tiempo. Pasados los 5 minutos la sacamos de inmediato, caso contrario, se desarmará por completo. Cuando hacemos una receta de merluza guisada, el último paso suele ser el de agregar el pescado. Antes habremos agregado las hortalizas, el caldo, las harinas, y ya sobre los últimos 5 minutos, la merluza.
Además, es importante recordar que la merluza aporta pocas calorías. Para ser más específicos, aporta 72 kcal por cada 100 gramos y 108 kcal por cada ración media de 150 gramos. Para entendernos, una pieza de merluza del tamaño de la palma de la mano. Es por eso que, no importa si la consumimos hervida, a la parrilla o al horno, la merluza es, sin dudas, uno de los pescados más saludables para consumir.