La leche frita es una preparación cuyo ingrediente principal es la leche de vaca, pero puede reemplazarse tranquilamente por leche de soja, arroz, coco, o la que prefieras. Este postre es típico de la repostería española, e incluso muchas personas aseguran que se surgió en Palencia. La misma se realiza en una sartén donde se cocina la leche junto con harina y azúcar.
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La Cuaresma es el periodo de tiempo litúrgico que se inicia el Miércoles de Ceniza y finaliza antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. Se trata del momento previo y de preparación para la Pascua. Es por esto que en el siguiente artículo te enseñaremos a realizar este delicioso postre ideal para la Cuaresma.
Ingredientes
1 litro de leche entera (o la que prefieras)
2 huevos
120 gramos de harina de trigo
120 gramos de azúcar
Aceite de girasol para freír
Cáscara de 1 limón (completa, no rallada)
1 pizca de sal
1 rama de canela
Para el rebozado:
3 huevos
100 gramos de harina
Azúcar para espolvorear
El primer paso de nuestra leche frita será colocar 400 mililitros de leche en un bowl, a continuación añadiremos poco a poco la harina y removeremos hasta que no queden grumos. Si lo deseas, puedes usar 60 gramos de harina de trigo y 60 gramos de almidón, de esta forma la preparación se espesará más rápido.
El siguiente paso de nuestra leche frita será batir 2 huevos para incorporarlos a la preparación anterior. La mezcla debe quedar sin grumos y homogénea. Luego colocaremos en una olla el resto de la leche a calentar junto con la cáscara del limón, la rama de canela y una pizca de sal. Cuando rompa hervor, bajaremos el fuego y retiraremos la cáscara del limón y la canela. A continuación incorporaremos la mezcla de harina, huevos y leche. Revolveremos hasta que nos quede una crema con textura espesa.
En este momento agregaremos el azúcar a la mezcla anterior y removeremos continuamente durante 2 o 3 minutos. Luego pasaremos la preparación de nuestra leche frita a una fuente amplia como para que quede la masa de una altura de 2 centímetros. Ahora deberemos colocar la fuente en el frigorífico, donde estará unas 16 o 18 horas.
Pasado ese tiempo, en una sartén grande y amplia, verteremos abundante aceite de girasol y colocaremos el fuego al máximo. Cortaremos con un cuchillo la crema fría en porciones cuadradas o rectangulares, luego las rebosaremos y las freiremos hasta que queden con “puntillas”, algo característico de la leche frita. Por último deja reposar cada porción en papel absorbente para retirar el exceso de aceite.