La salsa bechamel es una salsa espesa, cuyo origen se le atribuye a la cocina francesa e italiana. La misma se elabora añadiendo leche a un roux blanco. Esta salsa puede acompañar carnes rojas y blancas, mariscos, pastas, o incluso preparaciones como lasaña o canelones.
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Pero, muchas veces esta salsa suele quedar con grumos, y eso termina arruinando toda la preparación posterior. Es por eso que en el siguiente artículo te enseñaremos a realizar de manera correcta una salsa bechamel sin grumos para que te sientas como un verdadero chef.
Ingredientes
125 g de harina de trigo
125 g de mantequilla
1 litro de leche entera
Una pizca de nuez moscada (unos 4 gramos)
Sal y pimienta negra recién molida a gusto
Antes de comenzar con la preparación de nuestra salsa bechamel te daremos algunos consejos previos. La harina que utilicemos debe estar tamizada, la leche debe estar caliente, por lo que la pondremos a calentar cinco minutos sin que llegue a hervir. La mantequilla debe estar derretida antes de utilizarla. Tras esto, se le añade la harina tamizada hasta que se formen como bolitas de masas. La harina no debe estar cruda porque dará muy mal sabor a la bechamel.
El primer paso para nuestra salsa bechamel es remover muy bien, con una cuchara de madera en lo posible, la harina con la mantequilla hasta quede como una bola. Luego agregaremos la mitad de la leche caliente con la harina y la mantequilla. Añadimos sal, pimienta al gusto y un poco de nuez moscada molida.
Luego, sin parar de revolver, iremos controlando la temperatura del fuego y añadiremos de a poco la leche restante. A continuación podremos disminuir la temperatura del fuego hasta llegar al mínimo. Nos quedará una mezcla homogénea y lo más importante, sin grumos. En el caso de que quede algún grumo, puedes deshacerlo con el míxer o con una batidora.