El pollo es, sin dudas, una de las carnes más consumidas en el mundo. Su versatilidad nos permite que lo acompañemos con arroz, verduras y ensaladas. Pero también se puede consumir frito, a la parrilla o incluso en sopas. Además, es de fácil digestión y muy saludable. El consumo de pollo en el país es uno de los más altos de la Unión Europea (UE), con una media de consumo de 24 kilos por habitante.
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La carne de pollo es una fuente importante de nutrientes como proteínas, lípidos, Vitamina 3 y minerales como calcio, hierro, zinc, sodio, potasio y magnesio, entre otros. La mayor parte de la grasa corporal del pollo se encuentra en la piel, por lo que al retirarla se reduce el consumo de grasa. Es por eso que en el siguiente artículo te compartimos 5 beneficios de consumir carne de pollo.
En primer lugar tenemos que decir que consumir carne del pollo suprime y controla los niveles de homocisteína, un aminoácido perjudicial para las paredes de los vasos sanguíneos. Los altos niveles de homocisteína constituyen un importante factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares.
En segundo lugar, la carne del pollo ligera que tiene bajo contenido en grasas y calorías por lo que es adecuada para ayudar a controlar el peso de los niños. El sobrepeso y la obesidad de los niños y adolescentes en la actualidad es uno de los grandes problemas de nuestra sociedad. La dieta y el ejercicio constante son fundamentales para mantener a raya el sobrepeso en todas las edades.
En tercer lugar, la carne del pollo es muy accesible. El pollo es una de las proteínas cárnicas de menor costo en el mercado. Además se puede adquirir por piezas, por lo que podemos congelarlo ya troceado y aprovechar todas sus partes para realizar diversas preparaciones. En cuarto lugar, la carne de pollo es rica en un aminoácido llamado triptófano, el cual está relacionado con la sensación de bienestar. El triptófano aumenta los niveles de serotonina del cerebro, mejora el estado de ánimo y ayuda a que podamos dormir mejor.
Por último, la carne del pollo posee un alto contenido de retinol, alfa y beta-caroteno y licopeno, los cuales son derivados de la vitamina A, y fundamentales para tener una visión saludable. Si aumentamos en nuestra dieta la riboflavina o vitamina B2, presente en el hígado del pollo, reduciremos en gran medida sus problemas cutáneos. Esta vitamina tiene la propiedad de reparar la piel seca o dañada y puede ser una buena opción cuando por ejemplo tienen los labios agrietados del frío o el calor.