No somos conscientes de lo importantísimos que son nuestros utensilios de cocina hasta que nos faltan. Si nos desaparece el cucharón o el colador nos daremos cuenta lo difícil que es cocinar sin quemarnos las manos o tener cualquier tipo de accidentes, por eso los utensilios de la cocina son algo básico.
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Uno de los más importantes, aunque no lo creamos, es la espumadera. Ese cucharón con pequeñas ranuras puede solucionar infinidad de problemas al momento de cocinar. Hay oportunidades en las que se nos puede arruinar en un segundo un alimento y con la ayuda de la espumadera salvamos del aceite hirviendo o del agua ese alimento que se estaba por pasar.
La historia de la espumadera se cree que comenzó en el siglo XVIII y su función era absolutamente otra, sostener el azúcar. ¿Pero para qué? Era uno de los procesos de preparación de una de las bebidas alcohólicas y alucinógenas más fuertes que existe: la absenta.
La absenta como la conocemos es una de las bebidas más fuertes y para algunos hasta peligrosa que exista en la actualidad. La realidad indica que en la antigüedad, la absenta que consumían era hasta un 90% más alcohólica. Considerando los niveles actuales, aquello era prácticamente imposible de digerir. Es por ello que utilizaban esta especie de espumadera para colocar azúcar y colarlo para que se le impregne lo dulce.
Ahora que ya conoces los orígenes de la espumadera y sabes que se utilizó como un utensilio para suavizar el extremadamente fuerte sabor de la absenta, intenta realizar el mismo trabajo endulzando tus platos y bebidas con la misma función. Simplemente es cuestión de realizar las pruebas y abrir un poco la cabeza y nuestra imaginación para ser más creativos. Eso sí, no lo intentes probando absenta porque puede ser demasiado fuerte.