El momento de beber una cerveza está reservado para disfrutarlo a tope. Quizá lleves pensando en eso toda la dura semana de trabajo y visualizas ese instante de sentarte en una terracita al sol y pedir una de tus bebidas preferidas. Pero qué sucede cuando coges el vaso y con el primer trago la cerveza es un auténtico desastre. Te contamos por qué la cerveza, aunque parezca increíble, puede volverse rancia y como un app puede ayudarte a detectarlo.
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A diferencia del vino, la cerveza no envejece. Unas condiciones de almacenamiento deficientes pueden echar a perder esas botellas o latas que tenemos en el armario esperando sitio en la nevera. Todo se debe a un compuesto denominado “Furtural”, que se presenta cuando la cerveza envejece. Detectar ese compuesto suponía altos costes para las empresas que producen esta bebida, ya que se necesitaban complejos equipos técnicos para esta tarea. Un app parece tener la solución al problema.
La Universidad Complutense de Madrid, a través de un grupo de investigación, a puesto en marcha un método sencillo y barato que es capaz de medir el nivel de furtural y saber si la cerveza debe pasar a mejor vida o no. Y para ello han desarrollado una app que se puede utilizar con el móvil.
El grupo de expertos químicos de la Universidad ideó un sistema a base de discos sensores elaborados con un material equivalente al de las lentillas. Una vez que estos sensores entran en contacto con el furtural de la cerveza, cambia el color de los mismos. Si la prueba da como resultado color rosa en la app debemos despedirnos de la cerveza.
La app ha facilitado el proceso y evitará que los productores cerveceros deban volver a las tradicionales medidas de furtural, ya que el disco sensor le dirá si su cerveza puede comercializarse o no. Este sistema, pensado en principio para este tipo de bebidas, podría tener muchas más aplicaciones, ya que este componente también se encuentra en la leche, el café o la miel.