La comida italiana es, según una reciente encuesta, la gastronomía más popular en todo el mundo. La pasta, la pizza, los helados artesanales, el café, todo la simbología de Italia es reconocible en prácticamente cualquier rincón del planeta. Sin embargo, aunque hemos crecido con ella y nos encanta a menudo comentos auténticos “crímenes” que en este país no nos perdonarían.
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No es casualidad que la cocina de Italia esté siempre presente en cada ciudad del mundo. Hablamos de platos sencillos, sabrosos y generalmente económicos. ¿A quién no le gusta la pizza o un plato de espaguetis? Pero cuidado, con seguridad cometes auténticos desastres culinarios a los ojos de los inventores de la pasta. Te contamos algunos para que compruebes si eres apto en la cocina italiana.
No salar el agua de la pasta. Mucha gente añade sal posteriormente o ni siquiera sala el agua de la pasta. Este sencillo paso al que no hacemos mucho caso puede quitarle sabor a nuestros platos de comida italianos. Este error está íntimamente ligado a meter la pasta en agua fría, lo que añade más agua de la que debería a este increíble plato. La pasta, en agua hirviendo y al dente, así la sirven en Italia.
Preparar la pasta carbonara con nata. Un auténtico sacrilegio. La verdadera salsa carbonara de Italia se elabora con los siguientes ingredientes: pasta, beicon, huevos, queso partisano, sal y pimienta. Nunca jamás nata, aunque en España sea la opción más habitual.
Cortar la pasta con cuchillo. Algunas variedades de la pasta como los espaguetis o los tallarines son difíciles de comer pero no es una excusa válida en Italia para utilizar en este plato un cuchillo. La pasta siempre se debe comer con tenedor y cuchara. Y no caigas jamás en el crimen mayor de la comida italiana: comer la pasta con ketchup.