La miel es usada como un endulzante natural y además tiene acciones terapéuticas. Contiene un gran nivel energético, a su vez tiene hidratos de carbono, glucosa y fructosa, pero es muy bajo en niveles de vitaminas y minerales. La miel no es la fuente donde puedes conseguir nutrientes para el cuerpo.
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Lo cierto es que la miel engorda menos que el azúcar, si se compara el valor energético de 100 g de azúcar frente a 100 g miel encontramos que el primero tiene 375 kcal y la segunda 309 kcal, de forma que la diferencia no es muy significativa. Pero es bueno reducir aunque sea un poco el consumo de calorías.
La miel regula la azúcar en sangre, y esto se debe a la balanza de fructosa y glucosa. La fructosa permite regular la glucosa, la cual se almacena en nuestro hígado para producir glucógeno, que será la fuente de energía de todo nuestro organismo. Al cumplir esta función la fructosa, eliminamos la circulación de glucosa en sangre, disminuyendo la azúcar en sangre ya que irá a parar a nuestro hígado.
La miel puede consumirse en vez de la azúcar pero lo cierto es que no hay grandes diferencias a nivel de calorías. En muchos portales vemos que nos recomiendan reemplazar la azúcar por la miel pero no es estrictamente necesario si a ti no te gusta el sabor que aporta la miel a las preparaciones.
Si consumes miel asegúrate de que sea natural y no adulterada. Que no sea mezcla de miel con glucosa o jarabe de fructosa que son ingredientes utilizados en el mercado para producir más con la misma cantidad. Lee bien las etiquetas para comprar miel de calidad que realmente le haga bien a tu organismo.