MASCOTAS

¿Qué pasa si mi perro o gato come pan?

Es muy común que a la hora de alguna comida dispongas de darle un pedazo de pan a tus mascotas. ¿Pero sabías que esto puede traer problemas para ellos?

Pan para perros y gatos.Fuente: Producción Gastrolab
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Tanto los perros como los gatos son animales ideales para el hogar; a cualquier sitio que vayamos de seguro nos encontraremos con alguna de estas dos amigables mascotas. La esperanza de vida de los perros y gatos ronda entre los 10 a 20 años dependiendo de la raza, pero si le proporcionamos una buena alimentación, no solo mejoramos su calidad de vida, sino que podemos alargar su estadía un tiempo para disfrutar mucho más de los mejores amigos del hombre. En consecuencia, hoy te diremos si alimentar a tu perro y gato con pan es adecuado o no.

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¿Los perros y los gatos pueden comer pan? ¿Es bueno para su salud?

Como te decíamos, la estampa de los perros y los gatos mirando atentamente a sus dueños mientras comen, es tan cotidiana como el canto del gallo. Si por ellos fuera, probarían absolutamente todo lo que nosotros comemos. Obviamente, nadie pensaría en darle a su mascota una comida con picante, o una de esas salsas que lleva la comida india y que, probablemente, llevaría a nuestro animal de compañía directo al veterinario. Sin embargo, con el pan es diferente.

En resumidas cuentas, los perros y los gatos pueden comer pan sin que ello suponga un problema para su organismo, pero hay ciertos matices que debes tener en cuenta. Para empezar, tanto los perros como los gatos pueden comer pan, pero siempre en pequeñas cantidades y sin condimentos extra como mayonesa o salsa de tomate. Por otro lado, el duro es el más indicado, ya que este les ayuda a ejercitar los huesos y los músculos de la mandíbula, y a mantener una correcta higiene dental. En el caso de los perros, el pan duro es como una especie de hueso para ellos.

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Al estar compuesto por carbohidratos y fibra, el pan se puede integrar con total normalidad en su dieta, pero, de nuevo, siempre en cantidades mínimas. Darle un exceso de este alimento a un perro o un gato puede hacer que desarrolle problemas de estómago como diarrea, vómitos, flatulencias, calambres abdominales y, por supuesto, obesidad a largo plazo. Es muy importante destacar que, si tu mascota es intolerante al gluten, es mejor que no le des pan.

Por tanto, si cada vez que en casa te sientas a comer, tu perro o gato intenta captar tu atención o darte la patita para ''ver si cae algo'', puedes ofrecerle pan sin preocuparte, pero siempre con conciencia. Además, si se lo das durante la comida, no lo hagas en la cena. Se trata de dosificarlo al máximo para evitarles problemas digestivos. Por otro lado, no olvides que el pan duro es preferible al blando o a la miga.