Los quesos forman parte de nuestra vida cotidiana. Nuestro país es uno de los grandes productores del mundo, pero también uno de los grandes consumidores, por lo que es complicado pedirle a la gente que deje de consumirlo. En esta ocasión, no vamos a pedir que los eliminen de su vida diaria, sino que elijan los mejores para comer. Les presentaremos tres quesos que se recomiendan evitar, o al menos moderar su consumo.
¿Por qué el queso no es tan saludable?
Si bien los quesos son alimentos ricos en proteínas, calcio y grasas naturales, también están algunos que no aportan tantos beneficios al cuerpo. Uno de los puntos por lo que no cuentan con los beneficios que tiene la leche tiene que ver con que están ultraprocesados. Estos son lo que se deben erradicar. Los médicos recomiendan erradicar todos estos que son más procesados que quesos, es decir, los que están mezclados con productos lácteos y otros productos alimenticios como mantequillas, almidones y sales de fundido. Esto es lo que los convierte en productos malos para la salud o al menos no recomendables.
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Los tres quesos que debes evitar consumir
Los quesitos
Este producto es uno de los favoritos de montones de niños. La realidad es que de queso poco. Son productos que tienen una fórmula que incluye: agua o leche, mantequilla, sales de fundido y algunos otros productos alimenticios que logran hacer la mezcla espesa para poder formar el producto final.
El queso rallado
Cuando se habla de queso rallado no se trata de uno natural y lo hacemos nosotros mismos, sino de se debe revisar la etiqueta, ya que muchas veces pueden incluir proteína de leche, almidones modificados, suero de leche en polvo, sales de fundido, sal y algunos aditivos como conservadores. Se recomienda no comprar el productor rallado en el supermercado.
Los tranchetes
Este tipo de queso está pensado para los sándwiches mixtos, pero en realidad en muchos de los casos no son 100 por ciento queso. Ocurre lo mismo que con los quesitos. No lleva cuajo ni coagulantes, pero tiene muchos aditivos para poder darle forma, textura y el sabor deseado. La composición de este producto se parece más a la de 'queso fundido' que viene en la legislación.
"Se entiende por queso fundido a el producto obtenido por molturación, mezcla, fusión y emulsión de una o más variedades de queso con o sin aditivos de la leche, productos lácteos y otros productos alimenticios", se puede leer en la legislación.