Tenía una amistad que en la universidad siempre me decía que adoraba los emparedados de queso de Starbucks, hasta que un día me invitó uno y quedé encantada, su sabor intenso al queso de cabra con una corteza rígida, fue un alimento que constantemente consumía por las mañanas. Es un alimento muy popular de la franquicia y, para que puedas comerlo a todas horas, te enseñaremos a preparar el famoso emparedado de queso de Starbucks, publicado por @omnivoro.
¿Por qué Starbucks es una marca exitosa?
Muchos rechazan la calidad de Starbucks, pero aun así son sucursales que día con día reciben clientes sin parar, y realmente es raro cuando alguna sucursal cierra sus puertas permanentemente. Pero todo esté éxito que han obtenido, principalmente se debe a que desde un inicio tratan a sus clientes como amigos, dándote esa sensación de pertenencia y comodidad, situación que dan al momento de saludar y de escribir tu nombre en el vaso. Sus instalaciones suelen invitarte a quedarte horas y horas en el lugar, ya sea trabajando, estudiando, leyendo o simplemente platicando, debido a que cuenta con todas las amenidades (luz, sillones, música, internet y conexión), horas en las que inconscientemente estarás ingiriendo sus alimentos.
¿Cómo hacer un emparedado de queso al estilo de Starbucks?
Insumos:
- 1 taza de espinacas
- Queso de cabra
- 3 claras de huevo
- Pan
Paso a paso:
- Con las espinacas previamente desinfectadas, las colocamos en un sartén con un poco de agua (no necesita cubrirlas), movemos constantemente hasta que se reduzcan y tengan un color verde oscuro. Picamos en trozos toscos.
- Incorporamos el queso de cabra con las espinacas, reservamos.
- En un sartén, cocina las claras, cuando estén listas las doblamos y vertemos en el pan partido por la mitad
- Al pan le agregamos una capa del queso de cabra y servimos. Te recomiendo acompañarlo con mermelada de chabacano y salsa de chipotle.
¿Cómo evitar que el pan se endurezca?
Es un problema muy común, el pan en vez de enmoharse obtiene una consistencia sumamente dura, que lo hace imposible de masticar e ingerir. Se debe a que la humedad del interior empieza a salir, hasta llegar al punto de secarse totalmente y quedar como piedra. Para evitar esto debemos conservar el pan en una panera o en un ambiente seco, algunos han recomendado congelarlo, pero tiene el inconveniente de llenarse de moho por la cantidad de humedad que hay en esa zona.