El pomelo es una fruta que se clasifica dentro de los cítricos y cuyo origen no se conoce con exactitud y a pesar de sus múltiples propiedades es poco utilizado dentro de la alimentación cotidiana de las personas, quizá esto se debe a su sabor peculiar (un poco amargo), sin embargo, se promueve su utilización dentro de los regímenes adelgazantes debido a su potencial para acelerar la quema de grasa.
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¿Cuáles son las propiedades del pomelo?
Dentro de las propiedades que ofrece esta fruta se pueden elaborar una gran lista, donde destacan: el aporte de antioxidantes, minerales como el Magnesio y el Potasio, Vitamina C, Vitamina A, Vitaminas del grupo B, regenerador del sistema inmunológico y de las células, aumenta las defensas del cuerpo, propiedades anticacerígenas, tiene un efecto laxante y mejora el tránsito intestinal debido a su alto contenido de fibra. Además de estos beneficios el pomelo también es de excelente ayuda en el cuidado de la presión arterial, convirtiéndolo así en un alimento muy completo.
Uno de los beneficios significativos que proporciona el consumo de este cítrico es la notable mejoría en el funcionamiento del corazón que de acuerdo con la Asociación Americana del Corazón se debe a su contenido de flavonoides que podrían ayudar a prevenir los accidentes cerebrovasculares y las enfermedades cardiacas, pero al igual que beneficia al organismo hay situaciones en las que se debe cuidar su consumo o en casos específicos se debe evitar.
Contraindicaciones del pomelo
De acuerdo con la doctora Folch el consumo de pomelo combinado con algunos medicamentos puede generar una situación poco benéfica para el consumidor, pues en algunos casos provoca la concentración de medicamentos en el organismo y esto conlleva al alargamiento de las acciones farmacológicas. Tampoco se aconseja el consumo de pomelo en personas que padecen gastritis o úlceras, pues éste estimula la producción de los jugos digestivos, lo cual es lo menos indicado frente a estos padecimientos.
El pomelo es un alimento tan versátil que puede consumirse en diferentes épocas del año y de modos muy distintos, desde un simple zumo, ensaladas, con yogurt, entre otras recetas más. Para la época de primavera es un alimento fresco que ayuda a calmar el calor y para conservar su aporte de vitamina C se aconseja consumirlo inmediatamente después de ser cortado dado que al entrar en contacto con la luz y el agua comienza la perdida de sus propiedades.