La formación de cálculos renales o piedras en el riñón es una de las afecciones más comunes que en su conjunto se denomina litiasis renal. Si bien un porcentaje menor de pacientes sufren daños permanentes o crónicos en el organismo, la persona que tiene estas obstrucciones puede sufrir intensos dolores producto de cólicos.
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Los alimentos que NO debes comer para evitar la formación de piedras en el riñón
La alimentación es la base de la prevención de esta afección producida en los riñones, ya que un estilo de vida saludable siempre será el mejor camino. Los cálculos o piedras se suelen producir por acumulación de forma sólida de sales de calcio y de ácido úrico. Los alimentos que se deben dejar de lado para evitar esta enfermedad son las proteínas animales en exceso, las bebidas con mucho azúcar, las grasas saturadas, los hidratos de carbono en harinas refinadas y las conservas (por lo general enlatadas) que poseen mucho sodio.
Los alimentos que debes comer para prevenir la formación de cálculos renales
En este sentido, como la alimentación es clave para la prevención, existen alimentos que pueden ayudar a reducir las posibilidades de que el cuerpo genere cálculos renales. Lo principal siempre es tener en cuenta que la ingesta de agua es muy importante, ya que es la sustancia que ayuda a eliminarlos o deshacerlos. Por otro lado, los aceites vegetales, semillas y frutos secos también serán aliados para la afección.
Los vegetales y las frutas frescas también son alimentos que, en una dieta saludable, contribuirán a prevenir las piedras del riñón por su contenido de citrato, especialmente los cítricos: lima, limones, naranjas, pomelo, mandarina, etc. El melón, la sandía y el tomate también contribuirían a este aspecto positivo, según información recogida por el portal Mejor con Salud.
Por otra parte, las legumbres también ayudan a prevenir la formación de cálculos en los riñones, por sus proteínas de origen vegetal y su contenido de fibra. Lo mismo con los cereales como arroz, centeno o avena, y los pescados. Estos últimos contienen grasas insaturadas (saludables, como Omega 3 y Omega 6) y deben consumirse en su estado fresco para aprovechar sus nutrientes y propiedades antiinflamatorias.