La salsa de tomate casera es una gran opción para disfrutar en el almuerzo junto a unas ricas pastas. En muchas ocasiones se prepara más de la cuenta y es aquí donde muchos dudan en cómo guardarla en la nevera por temor a que se eche a perder rápidamente. Bueno, te vamos a mostrar el tiempo que debe tener de guarda y un truco para que no se eche a perder.
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No todo lo que entra en la nevera es para siempre, un gran caso es la salsa de tomates. Este preparado casero puede conservarse en el refrigerador de tres a cuatro días, según explican desde ‘Club Cocina’. En el caso de una comercial que se compra en supermercados, suele durar de 3 a 5 días una vez abierta, dependiendo del fabricante. Si queremos que nos dure durante meses hay que congelarla o hacer conservas.
Truco para almacenar la salsa de tomates en la nevera
Para prolongar el tiempo de la salsa de tomates en la nevera, lo mejor es guardarla en un recipiente que pueda cerrarse herméticamente y dejando un dedo sin rellenar. Espera a que enfríe bien antes de llevarla a al refrigerador ya que si lo introduces caliente, se puede descomponer mucho más rápido.
Un truco de cocina de Lucky Bell para conservar la salsa de tomates por más tiempo es el que comparten de la nevera desde El Diario de NY: colocar un trozo de láminas autoadhesivas debajo de la tapa, lo que evita que entre aire en el paquete y ralentiza el desarrollo de bacterias y hongos.
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), antes de guardar nuestra salsa tomate casero en la nevera, debemos asegurarnos de que el recipiente que usemos esté bien limpio y provisto de tapa. “Para esterilizarlo, solo queda poner el envase cerrado dentro de una olla a presión, cubrirla con agua hasta la mitad de los tarros, y cuando la válvula empiece a sonar, bajar el fuego y contar un tiempo de 20 minutos”, explican desde el organismo.