Cocinar de más y conservar comida para días posteriores suele ser una práctica habitual sobre todo en casas en donde todos los adultos trabajan, ya que esto les permite organizarse mejor y ganar tiempo. Ahora bien, hay una serie de cuestiones que es importante saber en relación al guardado de esos sobrantes. Sucede que no guardar bien esa comida puede generar descomposición de los alimentos y en algunos casos tu salud puede verse perjudicada.
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Hay muchas personas, que para guardar comidas como por ejemplo guisos, directamente mete las cazuelas adentro del nevera, sobre todo para evitar el traspaso a otro recipiente y al mismo tiempo disminuir la cantidad de trastes sucios, al tiempo que cuando decidamos cocinarlo lo hagamos en el mismo recipiente.
Bien, primero decir que esta práctica no es muy recomendable y si bien no existe efectivamente una guía o instrucciones de conservación, sí hay algunas prácticas que es necesario desnaturalizar en relación con el guardado de los alimentos sobrantes. En ese marco, meter ollas o cazuelas donde se elaboró comida a la nevera es un gran error.
Fundamentalmente porque las ollas o cazuelas no están hechas con el material adecuado para almacenar. El aluminio de estos utensilios, en conjunto con la sal (agente corrosivo) de los guisados y la humedad propician una aceleración en el proceso de oxidación.
Hay que saber que la oxidación del aluminio genera liberación de pequeñas cantidades de metal que contaminan las comidas y pueden ser causantes de severas consecuencias médicas, afectando el sistema nervioso central (SNC), provocando intoxicación (dependiendo de la concentración de metales), daños cerebrales, de riñón e hígado.
Además, la comida también suele verse afectada ya que, en la mayoría de las veces las cazuelas no suelen taparse bien y permiten la entrada de oxígeno que modifica el olor y sabor. Además, otra desventaja de guardar las ollas en el refrigerador es la cantidad de espacio que ocupan, haciendo que tus productos se vean todos amontonados.
La manera correcta de conservar la comida en refrigeración es vaciarla aún caliente en refractarios de vidrio o plástico, completamente secos, taparlos y meterlos en la nevera inmediatamente. Para perdurar la vida de tus alimentos puedes optar por congelarlos y mantener una excelente higiene de tu nevera o refrigerador, evitando la presencia de patógenos.