Arrancar con los primeros días frescos requiere tener las defensas bien arriba para evitar sorpresas con nuestra salud. En ese sentido, desde la Organización Mundial de la Salud, recomiendan consumir, entre otras cosas, dos raciones diarias de verduras, lo cual beneficia nuestra salud de manera directa.
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Entre esas verduras, hay una que en especial, refuerza a tope nuestro sistema inmune: el brócoli. Esta verdura es clave para evitar, por ejemplo, los resfriados. Esta enfermedad esencialmente se produce en otoño, debido a que permanecemos más tiempo en espacios cerrados, refresca y aumenta la humedad. Cabe aclarar que el contagio del resfriado, se produce por las gotas de saliva y mucosidad que se diseminan al estornudar.
Lo cierto es que además de fortalecer nuestro sistema inmune para tener las defensas a tope en otoño, el brócoli ayuda mantener nuestra salud cardiovascular. Además disminuye los niveles de colesterol malo del organismo y previene la hipertensión arterial. Pero espera, sus propiedades son inagotables, también es antioxidante, por lo que previene el envejecimiento prematuro de la piel y las células y elimina las toxinas. Al tiempo que también es una gran aliada para mantener los huesos fuertes y sanos.
Esta “superverdura” es una fuente rica en fibra, así que regula el tránsito intestinal y genera sensación de saciedad. Tiene un alto contenido en nutrientes que mejoran la salud y el aspecto de la piel, como la vitamina C, que estimula la síntesis de colágeno y nos hace ver más saludables.
Ahora bien, para conservarlo existen algunos métodos que permiten alargar su vida útil sin que por ello pierda sus propiedades. Entonces, una vez en casa, lo mejor es envolverlo en papel film y hacerle varios agujeros. Luego, lo guardamos en la nevera durante un máximo de siete días. Es la forma más sencilla de conservar el brócoli fresco y alargar su vida útil un par de días más.
¿Y si el brócoli ya está cocido? En este caso hay que conservarlo en un recipiente con cierre hermético dentro de la nevera. Si queremos que dure un poco más, también tenemos la opción de congelarlo. El brócoli congelado puede durar en buen estado hasta un año.