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Estos son los 3 alimentos que no deberías comer antes de una siesta, según expertos

Existen ciertos hábitos alimentarios que interfieren en la producción de melatonina, la hormona que es central para que logremos un sueño reparador.

Alimentos que debes evitar en la siesta.Fuente: Producción Gastrolab
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Existen ciertos hábitos que nos ayudan a producir melatonina, desde consumir alimentos ricos en triptófano, como el plátano, a practicar ejercicio de forma regular o evitar el estrés. Lo mejor será incorporar al almuerzo, alimentos ricos en triptófano como la avena, el plátano o los frutos secos, dejar lejos cualquier pantalla y evitar el consumo de los que detallamos a continuación, ya que no nos ayudan para nada a tener un sueño reparador.

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La doctora Radili Mateo, neurofisióloga de la Unidad de Trastornos del Sueño de HM Nou Delfos, en Barcelona, nos explica que la melatonina es la responsable de regular los ritmos circadianos, que son aquellos cambios físicos, mentales y de conducta que se producen en un ciclo de 24 horas. Es una hormona que se forma de manera natural en la glándula pineal y que vamos perdiendo con la edad, la doctora nos aconseja que no debes ingerir antes de una siesta.

La cafeína es uno de los excitantes que no deberías consumir antes de irte a la cama, de hecho, nada mejor que dejarse ese café de después de comer para después de la siesta, que sí es más larga de lo habitual es probable que provoque que nos levantemos aturdidos. "Son sustancias que aumentan el estado de hiperalerta, ya que producen hormonas que mantienen al cerebro despierto e inhiben el sueño.

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Los alimentos diuréticos que nos hacen ir al baño con mayor frecuencia, pueden ser contraproducentes antes de la siesta, ya que es posible que nos hagan levantarnos y entorpezcan el sueño. Entre ellos se incluyen muchas frutas de verano como el melón, la sandía o el melocotón, así como verduras y hortalizas como el pepino.

Y por último el alcohol, la dietista-nutricionista experta en alimentación Blanca Díez, explica que el consumo de alcohol para favorecer el sueño resulta contraproducente. Si bien es cierto que puede provocar somnolencia, también lo es que puede ocasionar que nos despertemos de la siesta más apagados y con menos energía.