El limón lo usamos para todo dentro de la cocina. Es clave para brindarle sabor a nuestras preparaciones o inclusive podemos utilizarlo para elaborar una bebida refrescante en pocos minutos. Además, es famoso por sus múltiples usos medicinales relacionados al bienestar del cuerpo.
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En general en la mayoría de las casas solo utilizamos su jugo, y tiramos la cáscara de limón, sin embargo, al igual que otras frutas la cáscara del limón tiene varias cualidades e inclusive puede consumirse. De hecho, en la gastronomía, podemos rallar la corteza para decorar los platos o darle un toque aromatizado a las comidas.
Además, también podemos hervir su cáscara y como resultado obtendremos una infusión caliente de la que podremos aprovechar las propiedades del limón, tales como un importante aporte de fibra, flavonoides y limonoides (fitonutrientes). Según explican en la revista Nutrición Hoospitalaria, estos nutrientes son reconocidos por su acción antioxidante que evita el deterioro causado por los radicales libres a las células del cuerpo.
También, entre sus propiedades nutricionales, la Fundación Española de la Nutrición lo destaca por ser una importante fuente de Vitamina C, un compuesto que es esencial para el cuerpo, ya que favorece todo lo relacionado al sistema inmune, al tiempo que previene el daño oxidativo. También posee diversos nutrientes buenos para el cuerpo, tales como el potasio, el calcio, el fósforo y el magnesio, pero claro en cantidades menores.
Ingredientes
- Limón
- Agua
- Miel
Preparación
Lo primero que haremos es limpiar bien los limones ya que utilizaremos la parte externa, la cáscara del mismo por lo que debe estar impecable. Para ello, se recomienda lavar la fruta y frotar un poco la corteza (no hay necesidad de usar un utensilio). Luego, deberemos cortar los limones y extraer el zumo para reservarlo, y utilizarlo en la preparación. A los trozos ya sin jugo se les retira la cáscara y también se guardan para la receta.
Mientras, vamos a poner a calentar una taza con agua, añadiendo únicamente las cáscaras que se habían conservado del paso anterior. Se agregan mientras sigue en el fuego para que puedan infusionar el agua. Una vez suba la temperatura del agua, se tiene que ir sumando de a poco el jugo del limón. Se van echando de a chorritos, para que complemente el sabor de la bebida.
Después, cuando llegue al punto de ebullición, se retira la mezcla del fuego y se espera a que termine de integrarse entre 10 y 15 minutos. Al tratarse de una fruta cítrica y por el amargor característico de su cáscara, es posible que se quiera endulzar la bebida; de ser así, se aconseja hacerlo con miel o acompañar con canela.