El aguacate es una de las frutas de este verano. Es tal la pasión, que incluso algunos agricultores sufren una crisis de producción y el riesgo de escasez en México, donde se producen gran parte de los aguacates que se exportan mundialmente, ha aumentado considerablemente en los últimos años. Por eso, te mostramos tres errores para que no te quedes sin comer esta rica fruta.
Te podría interesar
Un error típico en el que caemos al consumir esta fruta es el permitir que la pulpa se oxide. Nada más exponerse al aire, la pulpa comienza a oxidarse. Por eso, si no se consume toda la fruta, una buena manera de conservarla es enrollar lo que sobre en plástico film y ponerlo en la nevera. Al día siguiente, la fruta seguirá verde y fresca. Si no tienes film, otra posibilidad es usar una cebolla.
Otro gran error que se comete antes de consumir el aguacate, es el meterlo en la nevera aún inmaduro. Cuando la fruta llega al mercado no siempre está madura. Por eso, una vez en casa, es mejor dejarla a temperatura ambiente en lugar de reservarla en la nevera. Si la pieza de aguacate está muy dura, meterla en el frigorífico no ayuda a que acabe su proceso de maduración.
Por último, un error típico que cometemos es creer que todos los aguacates son iguales. Hay más de 50 variedades distintas en el mundo. Los tipos más comunes que encontramos en los supermercados son el hass, el fuerte y el bacon. Por ejemple tenemos el aguacate bacon que tiene menos grasa que el resto de variedades. Sin embargo, el hueso es grande y, por tanto, se aprovecha menos pulpa en comparación al resto y su sabor no es tan potente.
Obviamente el más conocido es el aguacate has que tiene una forma ovalada y la semilla no es de gran tamaño. Su piel, granulosa y fuerte aunque flexible, cambia de verde a púrpura cuando está maduro y puede retirarse sin gran dificultad. La textura de la pulpa de esta variedad es cremosa. Esta fruta se cosecha mucho en la República de Chile.