La paella es uno de los platos emblemáticos de la gastronomía española. Chefs y expertos en restauración coinciden en que este plato de arroz es uno de los más complejos de cocinar. Entre los diferentes elementos a tener en cuenta para conseguir el éxito de esta receta se encuentra los utensilios que utilizaremos y, entre ellos, en primer lugar la paellera. Veamos cómo podemos elegir la mejor para nuestro hogar.
Te podría interesar
La paellera debe ser ancha y completamente plana. En el pasado el material elegido era el hierro, debido a su bajo precio, y tras su uso requería un raspado que dotaba al arroz de esa textura densa y crujiente a la vez, también algo tostado. Hoy las opciones son muchas más. Veamos algunas que nos ayudarán a cocinar la mejor paella en nuestro hogar.
Paellera acero inoxidable. En primer aspecto a tener en cuenta es, por supuesto, que no se oxidan. También son fáciles de limpiar tras cocinar y no exigen un mantenimiento específico. Debemos decir que son las elegidas por la mayoría de los chefs. En cuanto a los precios podemos encontrar un abanico muy amplio.
Paellera antiadherente. Otra opción que podemos considerar en nuestro hogar. Entre sus ventajas apuntamos que evita que se pegue el arroz, un aspecto que quizá no buscaremos si queremos disfrutar del clásico socarrat. También nos ofrecen un calor uniforme y mejor cocción de los alimentos así como una limpieza muy sencilla. Por contra, este tipo de paelleras son delicadas y requieren mantenimiento, se rallan con facilidad y deben lavarse en frío.
Paellera de acero al carbono, acero esmaltado y hierro fundido. Una tercera opción se encuentra en este tipo de utensilio. El acero de carbono es ligero, barato y nos permite conseguir el tan ansiado socarrat, es decir, al cocinar el arroz se agarra y se quema ligeramente, aunque se oxidan con facilidad. Las paellera de hierro fundido son ideales para calentar las sobras de la paella, conducen bien el calor pero tardan en alcanzar temperatura y perderla. Por último, las de acero esmaltado son asequibles y sencillas de limpiar pero el esmalte puede desprenderse y contaminar los alimentos.