Las plantas de aire se han posicionado como una gran opción en la decoración del hogar. Suelen ubicarse en zonas altas y espacios amplios de la casa o bien en terrarios. Se trata de una excelente opción si comenzamos a dar nuestros primeros pasos en la jardinería, ya que no requieren excesivos cuidado. Descubre tres ejemplos para darle un toque de color y alegría a tus habitaciones.
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Las plantas de aire, a diferencia de las plantas tradicionales, no tienen que estar enterradas en el suelo o en una maceta. Pueden crecer en árboles, rocas, macetas aéreas o kokedamas -plantas naturales que se elaboran de forma artesanal siguiendo una técnica japonesa-. Así, absorben todos los nutrientes del aire que las rodea y no necesitan un riego excesivo, a través de pulverizaciones una vez al día en verano y cada tres o cuatro en los meses de invierno.
Clavel del aire. Quizá la planta de aire más famosa es el clavel del aire. Dado que agradece la humedad ambiental, una perfecta idea es cultivarla en terrarios en nuestro hogar. De gran resistencia, requiere pocos cuidados, por lo que es ideal para iniciarse en el mundo de la jardinería.
Orquídea mariposa. Esta planta de aire destaca por la belleza tanto de sus flores como de sus hojas, en forma de mariposa. Tiene su origen en los bosques tropicales y su hábitat natural es la copa de los árboles. En cuanto a sus clores suele ofrecer flores rosas, blancas y lilas. En nuestro hogar es ideal para terrarios aéreos o bien en kokedamas.
Avena de salón. Con una altura de casi 50 centímetros, esta planta de aire vive entre las rocas y presenta hojas largas y flores de color fuscia. Perfecta para colocar en espacios de altura en nuestro hogar, es muy fácil de cuidar y tiene hojas de color verde oliva con tonos rosados hacia la parte final.