El tomate es una de las verduras más utilizadas en la cocina del mundo. La gran versatilidad de esta verdura hacer que los encontremos en varias recetas donde se conviertes en el ingrediente estrella. Ahora bien, para que esas preparaciones salgan perfectas es necesario que cuentes con tomates perfectos y que no estén ni verdes ni pasados.
Te podría interesar
Por eso, es indispensable que sepas elegir el mejor tomate para tu receta. La primera clave que debes tener en cuenta es su piel: Tiene que ser suave y ligeramente brillante, pero tampoco en exceso. Lo ideal es que no tenga ningún punto negro o melladura. Esto último es muy importante porque cualquier punto negro, por pequeño que sea, puede ser un claro indicio de que el tomate está podrido por dentro.
Una segunda clave para elegir un buen tomate es mirar la parte posterior: Es lo primero que debes observar siempre, ya que es la zona por donde empiezan a madurar. De ahí que siempre se recomiende colocarlos boca abajo, para que no pierdan humedad y tarden más en estropearse. Además, debes tener en cuenta el peso ya que Un tomate maduro y sabroso tiene que pesar, su consistencia debe ser mucho mayor a la de un tomate de mala calidad.
Una cuarta clave para el mejor tomate es ver su textura: Es importante comprobar la textura para saber que está en su punto correcto de maduración, ni demasiado pasado ni demasiado verde. Lo suyo es cogerlo con la mano y apretarlo con mucho cuidado. Si vemos que está blando ya sabemos que está demasiado maduro, y si la consistencia es buena pero hay zonas algo más blandas, también debemos evitar comprar ese tomate porque en dos días será incomible.
Por último, un tomate perfecto debe contar con un buen olor: Por último, será clave el momento de arrimar la nariz a la pieza. Ya que siempre te vamos a recomendar que directamente te olvides de aquellos tomates que no huelen (en invierno es la tónica habitual). Así que escoge sólo tomates con un olor dulce y fresco. Lo ideal es que te enfoques en la parte central, que es la que estaba en contacto con la rama (de donde proviene todo el aroma).