Los tomates cherry representan uno de los cultivos más sencillos que podemos encontrar si somos aficionados a la jardinería y queremos comenzar nuestro propio huerto en casa. La primavera es la época del año idónea para plantar este vegetal que puede dar frutos en tan solo unos pocos meses. Sigue estos sencillos consejos para tener éxito y ver florecer tu tomatera.
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En primera lugar debemos escoger las semillas. Los expertos aconsejan comprarlas en tiendas especializadas pero si deseas probar y economizar también puedes utilizar las semillas del propio tomate que tengamos en casa. En este último caso deberás cortar las semillas de los tomates cherry con un utensilio limpio, pasarlas por un colador y dejar secar sobre un trapo limpio antes de plantarlas.
El recipiente donde crecerán tus tomates cherry también es muy importante. La maceta donde plantemos el cultivo de este vegetal no debe ser demasiado grande, con una de 200 mililitros, por ejemplo, bastaría para germinar estas semillas. Tienes que optar por una maceta que tenga orificios en la parte inferior para que el agua se pueda filtrar correctamente.
Este tipo de cultivo precisa de humedad continua. Para ello podemos utilizar sustrato peat moss o de turba, que mantienen bien el agua. Además podemos agregar hummus de lombriz u otro tipo de abono para aportar todos los nutrientes que los tomates cherry necesitan.
Y ahora, el momento crucial. Para plantar nuestros tomates cherry colocamos la tierra en la maceta hasta tener tres cuartas partes de la misma llena. Hacemos un pequeño agujero en el centro con las manos y colocamos la semilla. Podemos añadir en una de las esquinas otra semilla pero nunca demasiado cerca una de la otra. Tapamos con un poco de tierra y presionamos ligeramente, regamos también de forma suave. Recuerda que a este cultivo le gusta el calor, así que debemos colocar la maceta en un entorno cálido de nuestra casa, donde reciba de 6 a 8 horas de sol.