El tomate es uno de los frutos que más usos tiene en la gastronomía y generalmente es empleado como verdura. Siendo una fruta botánicamente clasificado, el tomate es clasificado como una baya y generalmente sirve como aderezo en ensaladas. Una de las tantas variedades que tiene el tomate es el cherry que puede ser preparado como la Bloody Mary.
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El tomate cherry es un fruto pequeño, redondeado y que se cree una mezcla genética de varias especies de tomate. Esta plata no exige muchos cuidados, pudiendo crecer así en una zona de clima templado, con abundantes riegos. Es recomendable, además, el uso de fertilizantes, los cuales incrementarán la densidad del follaje y la calidad de los frutos. Su origen es muy antiguo y se remonta a la época de los Aztecas.
Por otro lado, los tomates cherry a la Bloody Mary surgieron en 1920 en Estados Unidos. En aquella época, eran habituales las fiestas nocturnas y comenzaban a ponerse de moda los clubes y los cócteles. Fue el coctelero Ferdinand Petiot quien inventó esta bebida mezclando vodka con zumo de tomate. Con el correr de los años, esta bebida fue sufriendo modificaciones y de a poco se le agregó la salsa picante, limón y la pimienta de Jamaica.
Una de las características que tiene este aperitivo a base de tomate cherry es que posee un sabor salado y picante. Por otro lado, muchos aseguran que creen que es una buena compañía para combatir las resacas por su fuerte sabor. Esto no es fácil de comprobar ya que no hay evidencia de que se afirme que el tomate cherry a la Bloody Mary es un buen remedio contra la resaca.
Esta preparación del Bloody Mary es fácil de preparar y se necesitan de 5 cubitos de hielo, 1 vaso de vodka, zumo de limón, 20 tomates cherrys, medio vaso de agua, una cucharada de sal, pimienta de Jamaica y 25 gramos de azúcar. En primer lugar, se debe colocar los cubos de hielo en una jarra, añadir vodka, agua y zumo de limón hasta mezclar estos ingredientes. El siguiente paso es hacer una cruz en los tomates y colocarlos en una olla con agua y azúcar. Se debe retirar del fuego y agregarlos a la jarra. El último paso es dejar los tomates en la jarra para que tomen sabor.