Alimentos que debes descartar para un buen funcionamiento de tu memoria son las azúcares añadidos. El cerebro utiliza la energía en forma de glucosa para alimentar las actividades celulares. Sin embargo, una dieta con alto consumo de azúcares puede provocar un exceso de glucosa en el cerebro, lo que los estudios han vinculado a deficiencias en la memoria y a una menor plasticidad del hipocampo, parte cerebral que controla la memoria.
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En segundo lugar de los alimentos a quintar de nuestra dieta, están los llamados fritos. Patatas fritas, tempura, samosas, fish and chips y alitas de pollo empanizadas. Se nos puede hacer agua la boca, pero cuando se trata de nuestra memoria, merece la pena reducir la cantidad de estos alimentos de nuestra dieta. Un estudio que participaron 18.080 personas reveló que un alto consumo de alimentos fritos está relacionado con puntuaciones más bajas en el aprendizaje y la memoria.
En tercer lugar ponemos los alimentos con hidratos de carbono de alta carga glucémica. Aunque los alimentos ricos en hidratos de carbono, como el pan, la pasta y cualquier otro producto elaborado con harina refinada, no tengan un sabor dulce, el cuerpo los procesa de forma muy parecida a como lo hace con el azúcar. Por ello, la calidad de los carbohidratos que se comen importa.
Una bebida que debemos eliminar porque va a traer grandes consecuencias a nuestra memoria es el alcohol. Aunque el alcohol puede hacer que te relajes en el momento de consumirlo, a la mañana siguiente es común que te despiertes nervioso y con niebla cerebral. Archana Singh-Manoux, profesora de investigación y directora en el Instituto Francés de Salud e Investigación Médica, y sus colegas siguieron a 9.087 personas durante 23 años para ver cómo el alcohol se relacionaba con la incidencia de la demencia.
Para finalizar, todos los alimentos que tengan nitratos van a ser perjudicial para la memoria. Utilizado comúnmente como conservante y para realzar el color de las lonchas de charcutería y los embutidos como el beicon y las salchichas, el nitrato puede estar relacionado con la pérdida de memoria y la falta de concentración. Incluso, un estudio reciente en psiquiatría nutricional sugiere que los nitratos pueden alterar las bacterias intestinales de tal manera que inclinan la balanza hacia el trastorno bipolar.