El pan en la mesa es como un ritual sagrado tanto a la hora del almuerzo como la cena. Muchas personas no poder ingerir ningún plato si el pan no está para acompañar esa receta. El gran problema que encontramos con este alimento, es que el pan contiene harina y por lo tanto, subiremos de peso.
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Ahora bien, existen varias formas de hacer pan y por lo tanto, algunos engordan más que otros. El pan de barra es de los más consumidos, aunque el pan de molde ha ganado mucho terreno en nuestra mesa diaria en el último tiempo, siendo una alternativa cuando buscamos un producto con mayor durabilidad o vida útil.
Entre los panes de molde o panes industriales encontramos muchas opciones desde el pan blanco de molde tradicional o el pan integral hasta pan multicereales, sin corteza u otros. Dentro de estos, las opciones multicereales e integrales son los que más fibra concentran, pudiendo también acudir a opciones con semillas que poseen una mayor proporción de grasas insaturadas y proteínas vegetales.
El pan de barra por el contrario, es un producto que se ha industrializado pero no constituye un ultraprocesado como si son muchos panes de molde que poseen aditivos varios que favorecen su conservación en el tiempo. Por otro lado, el pan de molde posee un aporte energético ligeramente superior al que podemos obtener consumiendo pan de barra y puede ser fuente de grasas trans y grasas saturadas en mayores proporciones que un pan de barra.
Por todo esto, el pan de molde es una alternativa menos sana que un pan de barra, sobre todo si este último es casero y de grano completo o integral, cuya proporción de fibra y proteínas vegetales es superior y por ello, sacia con facilidad. Entonces, el pan de molde o industrial es el que más engorda.