Tendrás un pan saborizado exquisito, ideal para acompañar todos tus platillos. Además, lleva pocos ingredientes y fáciles de conseguir. Las olivas suelen ser un gran acompañante para picadas, pizzas, salsas o incluso para disfrutarlas en solitario. Este aperitivo, sin embargo, no suele incluirse en alimentos de la vida cotidiana.
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Más allá de ocasiones eventuales, las aceitunas permanecen fuera de la dieta cotidiana de la mayoría de las personas. Aunque es un error fatal, ya que son muy beneficiosas para nuestra salud. Son fuente de fibra, ácidos grasos, vitaminas (como la vitamina E) y minerales. Aportan al organismo grasas saludables, omega-3 y omega-6. Además, evitan la oxidación de las membranas celulares, ayudan al correcto funcionamiento endotelial y ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares.
Con todos estos beneficios, ¿cómo no consumirlas? Te traemos la solución con una receta fácil de hacer, con pocos ingredientes y que va con cualquier platillo. Este pan de aceitunas es perfecto para sumar un sabor diferente a nuestras comidas y, de paso, darle a nuestro organismo un poco de todos estos beneficios que las aceitunas aportan.
Ingredientes:
- 500 gr de harina común
- 300 ml de agua tibia
- 10 gr de sal
- 40 ml de aceite de oliva
- 25 gr de levadura fresca
- 100 gr de aceitunas (negras o verdes) sin carozo
Paso a paso:
Mezclamos la levadura con el agua tibia y agregamos una cucharadita de azúcar. En un bowl colocamos la harina junto con la sal y mezclamos. Hacemos una corona en medio y agregamos el aceite y el agua, poco a poco, mientras integramos.
Una vez formado el bollo, agregamos las aceitunas cortadas en trozos más pequeños. Integramos mientras amasamos y formamos una masa lisa. Dejamos reposar hasta que duplique su volumen. Para esta preparación recomendamos usar un molde con tapa apto para horno. Aceitamos bien tanto la tapa como el molde y espolvoreamos harina. Estiramos la masa y enrollamos de un lado a otro formando una especie de rollito, intentando que los pliegues no queden marcados. Colocamos la masa dentro del molde, hacemos unos pequeños cortes por encima, tapamos y dejamos reposar 15 minutos. Llevamos a cocinar a en un horno a 200° por 30 minutos aproximadamente. Pasado este tiempo, retiramos la tapa del molde y cocinamos por 15-20 minutos más hasta que tenga un color dorado. Dejamos enfriar a temperatura ambiente fuera del molde.