El pan sigue siendo el alimento de mayor consumo diario en muchos países del mundo, pero las personas han cambiado los hábitos de consumo y se han inclinado más a lo artesanal que a lo industrial. Y es este el caso del pan, donde abundan cada vez más panaderías de masa madre, panes ecológicos, integrales, sin sal. Vamos a darte tres claves para que te des cuenta la diferencia de un pan artesanal a uno industrial.
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Recuerda que el pan se obtiene a través de la fermentación de una harina, y esto se logra en base a la fermentación de la masa madre que actualmente está de moda en las fabricaciones de pan artesanal. Pero esta forma de preparación no quiere decir que sea mejor o peor, es solo un método diferente al uso de levaduras o conservantes artificiales.
Lo primero que salta a la vista es que los panes industriales son todos iguales y uno artesanal no hay dos exactos, puesto que se hacen a mano, y cada pieza es única. También al abrirlo vas a notar, diferencias en la miga, en el pan industrial esta es demasiado blanca, y eso quiere decir que lo realizaron con harina muy refinada y no tiene todos los nutrientes.
En cuanto a la corteza es otro punto que te dejara saber qué tipo de pan es, verás que el artesanal la tiene más crujiente, de color pardo, y más gruesa que en el pan industrial. Y también lo puedes distinguir en el olor y sabor: huele y sabe a campo, a semillas, con el aroma de la masa madre y de la harina menos refinada. En cambio el industrial siempre sabe igual, huele menos y su sabor es menos intenso y más artificial.
El pan preparado con masa madre al ser un producto de naturaleza fermentada, este tipo de masa puede influir positivamente en la microbiota intestinal, pero no contiene diferencias relevantes en el proceso de saciedad o el llamado metabolismo de glucosa, esto en relación al pan normal. Pero si este preparado fue realizado de manera artesanal tu estómago estará más que agradecido.