La mandarina es una fruta que proviene de las zonas tropicales de Asia. Se cree que su nombre se debe al color de los trajes que utilizaban los mandarines que gobernaban la antigua China. Actualmente se consume y se cultiva en más de quince países. Es un cítrico muy común y podemos utilizar tanto su interior como su cáscara. Vamos a contarte cómo sacarle provecho a su totalidad.
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Con la mandarina entera puedes preparar una rica mermelada, hay que macerarlas por un periodo de 3-4 días en agua, cambiando el agua cada día por la mañana y por la noche. Pasado este tiempo, deberás poner a hervir por 20 minutos, escurrir y procesar. Esa mezcla deberás llevarla a una cacerola con azúcar y remover constantemente. Comprueba el sabor y listo, recuerda guardarlo en un frasco de vidrio limpio.
Otro uso que le podemos dar para aprovechar la cáscara de mandarina, es cortar en finas láminas, esto sirve para complementar tus ensaladas, pescados al horno a la plancha, asados, guisos, vieiras esto en el caso de platos salados, pero también puedes colocarlas como decoración de nuestros postres y tortas.
La cáscara de mandarina en polvo, puede ser una gran opción para condimentar y perfumar diversos elementos como cremas, postres, diversas ensaladas hasta incluso bebidas. Coloca las cáscaras al horno para secar por unas horas a 50ºC, una vez secas y frías, pasa por el triturador hasta obtener un polvo, guarda en un envase de vidrio y úsalo cuando quieras.
Estas cáscaras disecadas las puedes usar enteras en infusiones. Agrega agua caliente en una taza, coloca una de estas secas, deja reposar unos 10 minutos y listo. Si tienes una tetera con colador es lo ideal, así no te quedan partes de cáscara en la infusión, con esta rica preparación estarás ayudando a desintoxicar tu cuerpo. Endulza con miel y a disfrutar.