El café es la bebida que se obtiene a partir de los granos tostados y molidos de los frutos de la planta del café; es altamente estimulante por su contenido de cafeína, la cual es una sustancia psicoactiva. Este producto es uno de los más comercializados del mundo y una de las tres bebidas más consumidas.
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En un primer momento el café se consumía masticando los granos crudos o en una masa obtenida tras machacar los frutos y mezclarlos con grasa. Más tarde el café se convirtió en una bebida obtenida de la maceración de los granos en agua fría. A partir del siglo XIII se procedió a secar los granos al sol y tostarlos al fuego antes de preparar la infusión, tal y como se sigue realizando en la actualidad.
Depende en qué país vivas es como se consume el café, algunos lo hacen por la mañana como desayuno y otros de tarde para la merienda. Pero también hay muchos lugares en los que se consume después de cada comida, tanto sea el almuerzo como la cena, y muchas personas lo beben durante la ingesta de comidas diarias. Sea cual sea la forma que lo consumas aporta grandes beneficios al organismo.
El café y el té son dos bebidas que concentran fitoquímicos de calidad en su interior por lo que ambas son consideradas bebidas saludables. Estos elementos actúan como antioxidantes, por lo que protegen frente a la formación de los radicales libres. Dicho mecanismo se asocia con una menor incidencia de las patologías crónicas y complejas.
Por si esto fuese poco el café puede facilitar la digestión posterior a una comida copiosa. Este es un de los grandes beneficios para tomarlo después de las comidas, con esto vas a conseguir reducir el número de molestias digestivas. Solo hay que tener cuidado en el caso de que se acerque el momento del sueño; a menos que se elija una variedad sin cafeína, porque la cafeína puede retrasar el sueño hasta 40 minutos más de lo normal ya que es psicoactiva, y más cuando se consume de noche.