Aunque todas las frutas son nutritivas, cada una tiene sus propiedades particulares, como es el caso de la granada, esta fruta es el fruto del granado, un árbol muy común en la zona mediterránea aunque no es muy conocida por todos. Se época es el otoño y aporta múltiples beneficios para el organismo y la salud, y es muy popular para los tratamientos de belleza.
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Las anteriores son las ventajas más conocidas de esta fruta, pero lo que seguro no sabías es que podemos usarla para aliviar síntomas de la quimioterapia. Esta se trata de una técnica terapéutica que consiste en la administración de sustancias químicas para el encogimiento de distintas afecciones, comúnmente asociada al cáncer, enfermedad por la que algunas células del cuerpo se multiplican sin control y se diseminan a otras partes del cuerpo.
Aunque la granada lamentablemente no cura esta enfermedad, puede ayudarnos a mejorar los síntomas luego de pasar por una quimioterapia, por lo que es un complemento ideal para acompañar los tratamientos convencionales. De acuerdo con una investigación realizada por la Universidad de Ciencias Médicas Tabriz en Irán, el consumo de jugo de granada ayuda a inhibir el crecimiento de las células cancerígenas.
Y también es de gran ayuda gracias a la gran cantidad de antioxidantes que nos aporta la granada, los cuales refuerzan el sistema inmunitario el cual, se debilita durante el proceso de quimioterapia. Por este motivo es que es fundamental consumir esta fruta que aumenta nuestras defensas para hacerle frente a gripes, resfriados e infecciones, que complicaría nuestra salud un poco más.
La mejore manera de consumirla es haciendo un zumo con sus semillas, si tienes licuadora es solo poner las semillas y batir hasta lograr la consistencia deseada. Si no tienes este elemento puedes usar un colador entrefino y presionar las semillas hasta que larguen todo el jugo. En caso que no consigas esta fruta puedes optar por buscar en los mercados de herboristerías el zumo de granada natural.