Las legumbres son asociadas permanentemente al frio pero no es así queridos colegas de la cocina. Tener algún bote de legumbres en conserva en la despensa es de gran ayuda para esas ocasiones en las que no tenemos tiempo para la cocina, pero queremos comer rico y sabroso.
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Este alimento tan nutritivo nos sacan de un apuro, bien es cierto, pero siempre que podemos las cocinamos desde cero, es decir, usamos legumbres secas y las sometemos a todo el proceso necesario para cocinar: remojo y cocción, hasta tener sobre la mesa un plato de legumbres como mandan los cánones.
Lo importante es que partimos de la base de que contamos con una buena materia prima. Esto, que con otros productos quizás no se note tanto, con las legumbres no es negociable. Hay que procurar que las legumbres sean del año, algo que viene indicado en el envoltorio, pues cuanto más tardemos en utilizarlas más duras estarán y mayor tiempo de cocción necesitarán.
Como te hemos dicho arriba, para cocinar legumbres de una forma perfecta, hay que remojarlas y con bastante tiempo. Como vemos, no es un plato rápido, lleva su tiempo de preparación. Además, ya que endurece, la sal debes echarla en los últimos cinco minutos de cocción. Si vas a utilizar caldo para prepararlas puede que ni la necesites.
En cuanto a la cocción, durante los 5 o 10 primeros minutos deben hervir rápidamente y no puedes taparlas. Recuerda retirar la espuma que segreguen con una espumadera ya que no es aconsejable tomarla. En el caso de las lentejas y alubias la cocción empieza con agua fría y los garbanzos con agua calentita. Las legumbres son un gran plato, dedica su tiempo y vas a flipar.