La dieta japonesa es conocida en todo el mundo porque los nipones son famosos por su delgadez y porque les cuesta muy poco perder peso. Esto es gracias a su cultura, dietas y ejercicios, como el que popularizó Miki Ryôsuke –que consiguió perder 13 kilos– y como la dieta japonesa de los 14 días.
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Aunque nos vamos a centrar en la sopa de miso, en realidad la mayoría de las sopas de los japoneses son ideales para adelgazar. Al respecto, algunos estudios han relacionado el bajo peso con tomar sopa con asiduidad. Otras investigaciones han demostrado que ingerir este plato puede reducir el hambre y reducir su aparición. Esto puede deberse a la fibra que contiene la propia sopa, que aumenta la sensación de saciedad al retrasar el vaciado gástrico, esto es, la velocidad a la que se vacía el estómago después de comer.
Por eso, este alimento está presente siempre en las dietas de la cultura oriental y puede ser una de las grandes razones que que estén delgados. Una vez hechas las presentaciones, vayamos al tema que nos ocupa: la sopa de miso, uno de los platos estrella de la dieta japonesa.
Este plato japonés generalmente se compone de pasta de miso (un condimento consistente en una pasta aromatizante, hecha con semillas de soja o cereales y sal marina fermentada con el hongo koji), varias verduras seleccionadas y agua o caldo. La pasta generalmente está hecha de soja fermentada, pero también podemos encontrar alguna pasta hecha de una mezcla de soja y cereales o judías.
Definitivamente, cuando pensemos en hacer una dieta saludable siempre miremos para el lado de occidente si es Japón, mejor. Gracias a una disciplina ancestral, ellos pueden comer porciones muy pequeñas y por supuesto alimento que harán bien a su organismo.