El vinagre de manzana se realizado con la fermentación de manzana en una mezcla de azúcar y agua. Primero las levaduras transforman los azúcares en alcohol luego, las bacterias (Mycoderma aceti) hacen que el alcohol se convierta en ácido acético, el compuesto activo principal en el vinagre.
Te podría interesar
El vinagre de manzana se ha convertido en uno de los remedios naturales favoritos de varios especialistas en de la salud y de la belleza. Existe tanta evidencia científica acerca de las virtudes de este producto, que no nos queda más que rendirnos ante él y dejar de verle solo el lado agrio al asunto. Si eres de los que no está del todo convencido de lo bueno que resulta consumir vinagre a diario, sigue leyendo, te prometemos que cederás ante sus encantos.
La primera razón para consumir este vinagre de manzana es que es un poderoso antibacterial. Sus propiedades antimicrobianas han sido estudiadas y podemos verlas en las publicaciones de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos de Medicina. Como te decíamos, ya Hipócrates lo utilizaba para limpiar heridas, y también es estupendo con los hongos, así como para acabar con los piojos.
Otra razón para consumirlo es porque mantiene la glucosa bajo control. No solo las personas que sufren diabetes presentan resistencia a la insulina, también una mala alimentación, el estrés o distintos padecimientos, hacen que acumulemos azúcar en la sangre y que esta hormona no sea capaz de controlarla, provocando serios daños a nuestra salud. Uno de los más evidentes y del que ya hemos hablado, es del envejecimiento prematuro y el vinagre de manzana, puede ayudar mucho en este sentido.
La tercera gran razón para consumir el vinagre de manzana es que ayuda a perder peso. En este estudio de la European Journal of Clinical Nutrition, además de analizar el punto anterior, también demuestran que el vinagre aumenta la sensación de saciedad, por lo que es una herramienta eficaz a la hora de perder peso. Por otro lado, existe evidencia acerca de que favorece la pérdida de grasa abdominal, esto se debe a la activación de la AMP quinasa, que promueve la utilización de las células de grasa para conseguir energía.