El queso crema es un tipo de queso untable que se obtiene al cuajar mediante fermentos lácticos una mezcla de leche y nata. Generalmente, este queso, se acompaña con pan y es el uso común de las tostadas. Parece tarea difícil, pero puede hacerse casero, en pocos pasos y sin usar tantos ingredientes.
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El queso crema es blanca y se distribuye en envases similares a los de margarina o mantequilla. Puede consumirse principalmente en el desayuno, pero también es buena idea hacerlos en el almuerzo o cena o incluso en la merienda. Pero, una de las opciones más utilizadas por las personas es aplicar este tipo de queso en los postres. Este tipo de lácteo aporta muchas proteínas y nutrientes a la vida de aquellos que lo consumen. Muchos especialistas recomiendan el queso crema como reemplazo de otros tipos de quesos.
Entre los nutrientes y proteínas que aporta el queso crema se encuentran: aquellas que son esenciales para el mantenimiento de los tejidos como los músculos, la piel, el cabello, las uñas, etc. Por otro lado, aporta grasas que son fundamentales para obtener energías y esto permite la absorción de vitaminas liposolubles. El queso crema es rico en fósforo debido a que ayuda a mejorar la digestión, limpiar los riñones, mantener huesos y dientes fuertes. Con respecto a las vitaminas, aporta vitamina A, D, B2, B3 y ácido fólico.
Por otro lado, hay expertos que recomiendan consumir el queso crema en estado moderado y debe ser acompañado de una dieta balanceada. Más allá de conseguirlo en mercados o almacenes, puedes preparar el queso crema desde tu casa con tan solo dos ingredientes y en pocos pasos. Además, luego, puedes usarlo para cualquier receta.
Para preparar este mascarpone, debes utilizar como ingredientes medio litro de nata para montar y 7cl de zumo de limón. En primer lugar, hay que poner la nata en una olla a fuego medio y dejar que alcance los 85°C y para esto es necesario controlar la temperatura. Luego, remover mientras la temperatura disminuye hasta los 55°C, llevarla a fuego y cuando vuelva a subir, arrojarle el zumo. Este proceso se debe repetir durante 10 minutos, verter la nata en un bol y dejar reposar por tres horas y luego sobre otro bol colocar un trapo de cocina limpio y colocar la mezcla en una bolsa e introducirla en el freezer.