Uno nace celíaco como también la puede adquirir en la etapa de crecimiento. En España casi 500 mil ciudadanos, el 1% de la población, son celíacos y, de ellos, al menos el 75% continua sin diagnosticar. A este respecto, hasta hace poco, las personas no eran conscientes de que algo les estaba pasando en su sistema digestivo, lo achacaban a una mala comida o al estrés.
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De ninguna manera el celíaco puede ingerir gluten ya que el problema radica en que produce una serie de efectos nocivos para el cuerpo de estas personas. Por ello, saltarse la dieta sin gluten de manera más o menos ocasional ya sea por accidente o de forma intencionada, es un comportamiento a evitar siempre, porque aunque no tengamos síntomas externos, nuestro organismo siempre reacciona ante la ingesta de estas proteínas.
La celiaquía es un trastorno de carácter autoinmune, y el sistema inmunitario del celiaco reacciona de manera exagerada cuando detecta el gluten. Esta reacción hace que nuestras defensas ataquen al gluten como si se tratase de un enemigo, y acaben por dañar en ese proceso las vellosidades intestinales pudiendo incluso llegar a atrofiarlas.
Si una persona con la enfermedad celíaca continua consumiendo gluten, seguirá dañando el intestino delgado dificultando la absorción de macros y micronutrientes. En concreto, explican los expertos, se produce una inflamación crónica y atrofia de las vellosidades en el intestino delgado, lo que hace que no se asimilen los nutrientes correctamente.
La gliadina es la proteína del gluten que más se ha relacionado con la intolerancia en general y la enfermedad celiaca en particular. Muchos productos relacionados con la panadería y pastelería usan esta sustancia como aglutinante para unir el resto de ingredientes y conseguir una textura firme.
Síntomas físicos de tomar gluten
- DIARREA
- VÓMITOS
- GASES
- DOLOR ABDOMINAL
- ABORTAGAMIENTO
- PÉRDIDA DE PESO
- ALTERACIONES EN EL CARÁCTER (irritabilidad, apatía, tristeza)
- CANSANCIO
- DERMATITIS HERPETIFORME