Aunque no lo creas los gusanos lentamente comienzan a ser parte de la dieta de muchas familias en Europa. Históricamente era un alimento vinculado más a la cultura oriental donde es una práctica común la ingesta de gusanos pero es cada vez más común ver este alimento en las mesas europeas.
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El motivo es muy simple, según los datos basados en el análisis de los componentes del gusano, este es un insecto super rico en proteínas y su consumo es de gran ayuda para nuestro cuerpo y salud. El gusano que se utiliza para el consumo de humanos es el gusano amarillo o también llamado gusano de la harina y ello es la larva del insecto.
En el continente europeo el gusano se comercializa bajo el nombre de novel food y los formatos son de manera desecada, congelada o en polvo. Dicha aprobación llegó de la mano de la EFSA, Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, quien dictaminó que comer gusanos es nutricionalmente ventajoso y que su consumo es seguro luego de evaluar al gusano con una rigurosa evaluación científica.
El gusano de la harina se puede consumir de diferentes maneras dependiendo de las necesidades que tengamos, La misma se comercializa seco y entero, a modo de aperitivo o también dentro de productos proteicos para deportistas y también se utiliza como ingrediente para galletas o para platos de legumbres o algunas pastas.
Uno de los puntos más importantes independientemente del conocimiento de la bondades que nos pueda aportar la proteína del gusano es la enorme barrera psicológica que tenemos al momento de consumir este insecto. De solo pensar en introducir un gusano en nuestras boca nos produce mucho asco y eso es algo que culturalmente se puede finalizar utilizando la lógica de los beneficios contra las desventajas. Simplemente hay que romper los prejuicios y alimentarse de la manera más saludable.