Dependiendo en que momento del día la personas se bañe, el cuerpo se sentirá más relajado y listo para descansar. No hay una estadística que nos diga cuál es la preferencia de las personas en general con respecto al baño lo que sí, no es una elección pensando en las necesidades de nuestro organismo sino más bien en la comodidad dependiendo las actividades del día.
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Por lo general, las personas que se bañan en la mañana son porque lo ven un excelente método para activar el cuerpo y sacar la modorra al levantarse. Otras, prefieren la ducha por las mañanas luego de terminar de hacer su rutina de ejercicios. En definitiva, no se piensa en si es bueno o malo sino más bien por necesidad.
Pero si pensamos en cuidar nuestro cuerpo, el bañarse de noche tiene grandes beneficios. Según un artículo publicado por “The New York Times”, se señala que bañarse por la noche todos los días ayudará conciliar más rápido el sueño gracias a que contribuimos a elevar de forma artificial la temperatura corporal y ayudará a un enfriamiento más acelerado, que nos hará caer más rápido a los brazos de Morfeo.
Los especialistas mencionan en el diario americano que el tomar un baño en la noche nos ayudará a relajarnos, liberar la tensión muscular y como consecuencia tener un mejor hábito de sueño. Por tal motivo se ha convertido en una tradición que padres de niños, bañen a sus hijos por las noches y mandarlos de inmediato a la cama, esto como un estímulo para que duerman rápido.
Un buen baño por la noche favorece al sueño porque reduce los niveles de cortisol, la hormona que tiene que ver con el estrés, por lo que nos ayuda a estar más tranquilos y relajados.