Llega el buen tiempo, comienza un nuevo año o simplemente quieres ponerte en forma. Es un momento en el que a muchos les entran las prisas para bajar esos kilos de más que han ido acumulando a lo largo de meses o años. Si tú eres una de esas personas, que necesita un plan de adelgazamiento, seguro has pensado en iniciar una dieta. Por eso aquí te compartimos 10 consejos para que logres tu objetivo.
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1. Ponte un objetivo claro y realista
Márcate un objetivo realista y fácil de conseguir. ¿Cómo? Buscando un método que te permita bajar de peso y luego mantenerlo sin comprometer tu estado de salud. Busca llevar un estilo de vida saludable sin exigirte demasiado. Verlo desde esta perspectiva te ayudará a sentirte con más motivación a no agobiarte tanto por cuántos kilos debes perder por semana, puesto que lo que tienes que mejorar es tu conducta a la hora de alimentarte.
2. No te obsesiones por el peso
Valora tu avance con datos más objetivos como que la ropa te quede mejor. El valor del peso varía mucho dependiendo del momento en el que te peses, las condiciones, la cantidad de agua que hayas bebido, el alimento que hayas consumido, la regularidad de tu tránsito intestinal, el ciclo hormonal en el que te encuentres e incluso el nivel de estrés que tengas actualmente. Puedes tener un control del peso para ver la evolución, pero que no sea diario ni el único parámetro a tener en cuenta.
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3. Distribuye tus comidas
Uno de los peores errores es pensar que cuantas menos calorías se ingieren mejor. Dejar de desayunar o irse a la cama sin cenar no ayuda, al contrario, hace más daño sin que te des cuenta, ya que si pasamos muchas horas sin comer puede aparecer ansiedad o hambre voraz que nos predispone a consumir alimentos poco saludables, además, el cuerpo interpreta esta situación como un ayuno y puede favorecer la adaptación del cuerpo al ahorro energético.
El número de ingesta de calorías recomendable al día variará en función de nuestro horario, costumbres y estilo de vida, pero la recomendación para adelgazar es hacer más de tres comidas al día. Completa tu desayuno, comida y cena con un tentempié a media mañana o con una merienda saludable. Es mejor comer poco muchas veces que comer mucho pocas veces.
4. Aprende a decir que no e identifica posibles saboteadores
El saboteador es esa parte de ti que te debilita poniendo excusas para no hacer algo que quieres o tienes que hacer. Hay que aprender a decir que NO, tanto a los demás como a nosotros mismos. Pero también hay que aprender a comer por decisión propia, de modo que lo hagamos con conocimiento de lo que estamos consumiendo.
Tienes que aprender a tomar la decisión que más te apetece a ti, la opción que más se ajuste a tu objetivo o a tu situación.
5. Haz ejercicio
La práctica de ejercicio físico de manera regular te ayudará a perder grasa corporal y a mejorar tu forma física y tu salud, ya que el ejercicio genera endorfinas y aporta bienestar. Busca un deporte que te guste, que disfrutes y que no te suponga esfuerzo introducirlo en tu rutina diaria.
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6. Planifica tus comidas
Realiza una planificación semanal de tus comidas y, con base en ello, realiza la lista de la compra. Comprar la despensa sin saber exactamente qué vamos a comer puede terminar en desperdicio o en exceso de alimentación. La presencia en casa de alimentos no saludables aumenta la posibilidad de fracaso, por lo que podría decirse que es un factor determinante del éxito a corto y a largo plazo.
7. El método del plato
A la hora de planificar tus comidas y cenas te aconsejo que tengas presente el método del plato que te ayudará a asegurar que sean equilibradas, variadas y a delimitar cantidades.
Divide tu plato en 4. La mitad debe contener vegetales tanto crudos como cocidos. Un cuarto de plato deberá ser proteínas en forma de huevo, carne, pescado, marisco, proteína vegetal o legumbre y el otro cuarto de plato deberá estar compuesto de hidratos de carbono como pasta, arroz, patata o pan. El postre puede ser una pieza de fruta o un postre lácteo.
8. Hidrátate bien
El agua es el componente principal de nuestro organismo. Mantener un buen estado de hidratación es muy importante y se recomienda beber de 1,5 a 2 litros de líquidos al día.
Trata de que, la mayoría de las veces, se trate de agua simple, pues además de ser el mejor recurso para saciar nuestra sed, puede servirnos para controlar el impulso del hambre al contribuir a sentirnos más saciados durante el día.
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9. Sé constante
No te rindas. Recuerda que estás tratando de cambiar tus hábitos, puede ser difícil y tomar algo de tiempo, por lo que no debes exigirte hacerlo perfecto, mucho menos a la primera, sino ir mejorando poco a poco. Cualquier avance en tu conducta es un avance hacia tu objetivo que te va a permitir conseguirlo y sobre todo, mantenerlo.
10. Cuídate
Haz actividades que te resulten placenteras y que te ayuden a liberar estrés y relajarte. Si tu vida está llena de cosas agradables, no necesitarás estar llenando tu estómago a todas horas ni liberar tu estrés con la comida. Descansar de vez en cuando es muy importante para mantener el cuerpo sano, así que no te sientas culpable.