Cuando buscamos fortalecer las defensas naturales de nuestro organismo lo primero que se nos viene a la cabeza, es incorporar más vitamina C a nuestra dieta. El beneficio más destacado del ácido ascórbico, nombre químico de la misma, es la formación de colágeno en la piel, lo que ayuda a mantener las articulaciones, la densidad ósea y facilita una rápida cicatrización. Incorporarla a nuestra rutina alimentaria es más fácil de lo que parece y hoy te contamos 5 alimentos que además de enriquecer tus comidas de sabor, aportan alto contenido de esta increíble vitamina.
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Brócoli
El brócoli es una de los alimentos más ricos en vitamina C que podemos consumir para nuestra salud, con 110 mg en crudo. Aquí hay que incidir mucho en la importancia de cocinarlo al dente, lo justo y necesario, para evitar la pérdida excesiva de nutrientes y disfrutar de todo su sabor y textura en su esplendor.
Chile, guindilla o pimiento picante
El chile rojo aporta 225 mg, la guindilla picante 143,7 mg y el chile verde 120 mg de Vitamina C, mientras menos los cocines menos propiedades para la salud vas a perder, puedes saltearlos o utilizarlos crudo. Lo ideal es no cocinarlos demasiado para no perder propiedades, añadiéndolos crudos bien picados o cortados en rodajas, aunque también podemos saltearlos y guisarlos en salsas y otros platos.
Perejil fresco y otras hierbas aromáticas
El tan versátil y a veces poco valorado perejil fresco es una sorprendente gran fuente de vitamina C, con 190 mg, eso sí, por cada 100 g de peso. Nadie toma tanto perejil de golpe, pero tampoco hace falta hacerlo para beneficiarnos de sus propiedades. Además, la albahaca, con 61.2 mg, y el cebollino, con 60, también destacan por su contenido en esta vitamina.
Grosella negra
Una baya exquisita con la que se preparan muchas conservas en Europa, sobre todo mermeladas, jaleas y también zumos, difícil de encontrar pero que merece la pena probar si la vemos fresca cuando está en temporada. Contiene 159.567 mg de vitamina C, que ayuda a la producción de colágeno y su sabor es delicioso. Podemos incorporar a la misma dieta en la que empleamos otros frutos del bosque o frutas rojas, especialmente en sustitución de los arándanos y las moras.
Fresa
También las fresas y fresones son alimentos que contienen más vitamina C que la naranja o la mandarina. En concreto, cuenta con 60 mg de ácido ascórbico por cada 100 g de fruta, y tienen la ventaja de que puedes consumirlas crudas y sin prácticamente nada más o también puedes agregarlas en algún zumo para tu dieta o postre saludable para aumentar.