El ricotta es un queso italiano que se destaca por la textura que deja en el paladar y la forma aplanada que tiene, convirtiéndose en un excelente ingrediente de cocina que le aportará sabores únicos. Incluso si lo colocaremos sobre una simple rebanada de pan tostado, se convertiría en un auténtico festival de sabores en tus papilas.
Ya nos quedó claro que es delicioso, pero es algo que los veganos e intolerantes a la lactosa no pueden consumir en su dieta sana. Eso era antes, porque ahora podrán degustar una receta de ricotta sin nada de lácteos, una alternativa saludable que todos podrán probar, a continuación te explicaremos cómo lograrlo con una receta vegana y casera.
¿Por qué se llama queso ricotta?
El queso ricotta es una preparación italiana, es un tipo de lácteo que originalmente se hace con leche de búfala, logrando una textura cremosa, dulce y blanda, que algunos resaltan su ligero sabor dulce. Su nombre proviene del latín recocta, que en español significa recocida, haciendo alusión a los procesos que se emplean en su creación.
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Es un platillo que con mucha frecuencia suele confundirse con el requesón, pero es más cremosa y untable, además de usar otros tipos de leches, características que nos ayudará a identificar ambos lácteos. Aunque el ricotta es un queso cremoso y fresco, no logra la misma consistencia que la otra variante.
¿Cómo hacer el queso ricotta vegano?
El queso ricotta suele emplear lácteos de origen animal, pero ahora es posible lograr una consistencia similar, solamente se deben emplear frutos secos y otros insumos de origen vegetal. Para que podáis disfrutar de ellos, te explicaremos cómo lograrlo en unos sencillos pasos:
- En un cuenco colocamos 2 tazas de almendras, cubrimos con abundante agua y dejamos en remojo durante toda una noche. A la mañana siguiente, desechamos el agua. En otra olla pequeña, ponemos a calentar agua, al hervir añadimos las almendras y dejamos durante un minuto, las escurrimos, dejamos enfriar y retiramos su corteza, debe salir fácilmente.
- En un vaso de batidor o procesador de alimentos colocamos las almendras peladas, 4 tazas de agua y una pizca de sal, trituramos hasta lograr una mezcla homogénea.
- En una bolsa de tela, vierte la preparación anterior, apretamos con fuerza para que gran parte del líquido salga, guarda todo el líquido.
- En una olla vierte el líquido que obtuvimos, calentamos con la flama al mínimo. La preparación debe llegar a los 90 °C, cuando ocurra, sacamos del fuego, añadimos 2 cucharadas de vinagre de sidra y la corteza de medio limón, mezclamos suavemente. Hay que esperar otra hora para que se enfríe.
- En el momento en que la preparación cambie de apariencia, o tenga una textura similar a la leche cortada, sacamos la corteza de limón y nuevamente procedemos a verterlo en la bolsa de tela, hay que dejarlo drenar por 2 horas, evitando que tenga contacto con el suero.
- Al ya no tener suero, pasa la preparación a un molde, alisamos el queso y dejamos en la nevera un par de horas hasta que adquiera mayor consistencia.
El queso ricotta casero no es complicado de hacer, sencillamente requiere de cierto tiempo en su elaboración. Es una comida vegana que todos podrán probar fácilmente, incorpora el producto a tu alimentación saludable y sigue disfrutando de tu alimento favorito durante toda la semana.