Receta fácil de mermelada de fresa con menta

Me encantan las mermeladas, siempre estoy haciendo experimentos y creando nuevas combinaciones. Y es que la mermelada es un alimento que puede utilizarse de muchas maneras. Para acompañar una tabla de quesos, para un desayuno ligero o una merienda o incluso para acompañar una carne. Esta semana decidí hacer una mermelada con fresa y menta que quedó deliciosa, así que decidí compartirla en Gastrolab España. Descubre aquí cómo hacerla.

Los pasos básicos para hacer mermelada casera

La ventaja de las mermeladas es que son fáciles de hacer. Solo tienes que aprender las partes básicas y puedes hacer mermelada con cualquier fruta que se te antoje. ¿Y cuáles son esas bases? Es muy fácil. Para hacer una buena mermelada hay que dominar 3 cosas: el azúcar, la pectina y el ácido. En esta otra receta de mermelada casera te cuento más acerca de ellas.

Otra de mis cosas favoritas sobre las mermeladas es que duran muchísimo tiempo, pues el alto porcentaje de azúcar funciona como una especie de antiséptico, impidiendo que las bacterias se multipliquen. Pero es que, además, si las guardas de la manera correcta, ¡una mermelada cerrada te puede durar hasta 1 año! Y ni siquiera tienes que agregarle conservadores.

¿Cómo guardar la mermelada?

La parte más importante para que nuestra mermelada dure muchísimo tiempo, está relacionada con los envases en los que se guarda. Recuerda que los microorganismos están en todas partes, y no podemos verlos, así que, aunque talles muy bien tus frascos, lo más probable es que aún haya bacterias en su interior, que en contacto con la mermelada se multiplican lentamente.

Por eso es muy importante que esterilicemos los frascos. Y hacerlo es bastante sencillo. Basta con calentar una olla con bastante agua hasta que alcance el hervor. Luego, sumerge los frascos bien lavados y secos, y deja que el agua caliente los esterilice durante 20 minutos. Lo ideal es que, mientras tanto, tú vayas haciendo tu mermelada. Así, en cuanto esta esté lista, puedes retirar los frascos del agua y, con mucho cuidado, rellenarlos inmediatamente, para evitar la presencia de bacterias. Cierra bien los frascos y colócalos boca abajo hasta que estén fríos. De esta manera se formará un vacío, evitando que, cualquier microorganismo que haya logrado sobrevivir, pueda reproducirse, pues necesitan oxígeno para hacerlo. Ahora que ya sabemos cómo esterilizar nuestros frascos y guardar las mermeladas, es momento de pasar a la receta.

Receta de mermelada de fresa con menta

Ingredientes

• 1 kg fresas frescas lavadas, sin rabo y cortadas en cuartos
• 300 g azúcar
• 1 limón
• 15-20 hojas menta fresca picadas finamente

Elaboración paso a paso

• En un tazón, mezcla las fresas, el azúcar, la ralladura y el zumo del limón y revuelve hasta que las fresas queden bien cubiertas de azúcar. Cubre el tazón con papel plástico y refrigera por 8 horas.
• Pasadas las 8 horas, coloca las fresas (y todo el contenido del tazón) en una cacerola a fuego medio hasta que hiervan y el líquido se vea con consistencia de jarabe.
• Usando un cucharón o un aplastador para ir aplastando las fresas, de modo que se deshagan en pequeños trozos.
• Deja hervir la mermelada moviendo ocasionalmente hasta que espese (por 30 minutos aproximadamente).
• Añade la menta y deja hervir 5 minutos más. Retira del fuego.
• Envasa la mermelada y ¡Listo!

Con esta receta de mermelada casera con fresa y menta tendrás un complemento perfecto para tus comidas ligeras. Es muy dulce y tiene un toque refrescante que sorprende el paladar. A mí me gusta mucho utilizarla en mis pancakes, porque le da unas notas súper especiales, como de otro planeta, pero también queda perfecta para acompañar los embutidos y quesos, porque limpia muy bien el paladar y resalta lo mejor de esos sabores fuertes y salados.