Para hacer un risotto a la parmesana muy cremoso es indispensable contar con productos de excelente calidad y frescos. Pero además, una de las claves de esta receta será cocinar 150 gramos de arroz arborio o carnaroli sin caldos. El resto de los ingredientes son los siguientes:
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Perejil fresco (opcional para servir)
Sal y pimienta (opcional)
400 ml de agua (aproximadamente)
25 ml de vino blanco
10 ml de aceite de oliva virgen extra
50 gramos de queso parmesano
10 ml de Jerez o vinagre de vino blanco (opcional)
60 g de mantequilla
Para elaborar un delicioso risotto a la parmesana con textura bien cremosa y en tan solo 25 minutos, primero debes calentar el agua al punto de casi hervor. Luego coloca aceite de oliva en una cazuela o sartén de fondo algo profundo a fuego medio y calienta el arroz. La segunda clave de esta receta es remover bien los granos para que se tuesten pero no tomen color.
El procedimiento mencionado con el arroz tardará entre 2 y 3 minutos. Luego tienes que agregar el vino blanco y dejar que los granos absorban el líquido, mientras remueves con espátula o cuchara de madera. La tercera clave muy importante es cómo agregar el agua en esta cocción del risotto: se debe hacer de a poco desde el contorno de la sartén. Esto garantiza que el líquido tome el almidón acumulado en el perímetro del recipiente.
La maniobra para agregar agua debe hacerse por tandas, pero al principio debe añadirse lo necesario para cubrir el arroz y no hay que remover para que se absorba. Luego se sigue echando el líquido de a poco para mantener un hervor muy suave, sin inundar el alimento. Añade sal y pimienta en caso de apetencia y controla que el risotto llegue al punto ‘al dente’ según indicaciones del envoltorio. Retira del fuego, agrega la mantequilla troceada, remueve para lograr una emulsión, añade el queso parmesano rallado, remueve y termina con el vinagre de vino blanco o Jerez para aportar un toque de acidez, además del aceite de oliva virgen extra en forma de hilo.