No hay dudas que un buen beicon con las patatas y un huevo frito arriba, estamos hablando de un plato ideal para pasar un sábado con amigos y una buena serie. El beicon ya preparado se puede conservar en un hermético en la nevera durante varios días, listo para consumir en frío en ensaladas o decorando platos, o para recalentar ligeramente en platos donde es preferible que esté caliente.
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De igual manera, es importante que este beicon te quede perfecto para un muy buen plato. Los que saben, dicen que debe ser crujiente para que este ideal para el consumo y es por eso, que te vamos a mostrar unos trucos para que te queden así. Presta atención y toma nota a cada detalle.
El primer truco para que te queden crujientes es que lo hagas en el microondas. Es el método que recomendamos por su rapidez y sencillez, y además el papel de cocina que utilizamos absorbe parte de la grasa. Colocamos el beicon entre hojas de papel de cocina usando por lo menos 2 hojas por abajo y 2 por arriba. Prensamos con las manos y programamos 2 minutos a 800 W. Si no te convence el resultado cambia el papel y cocina 1 minuto más.
Otro truco para que te quede crujiente en la preparación, es que lo hagas en el horno. Hay que poner el beicon a ser posible sobre una rejilla, y en su defecto directamente sobre papel de horno. y tapar con papel de aluminio. Ponemos el horno con calor arriba y abajo a 200º C. En 15-20 estará dorado y crujiente.
Por último, una buena forma de prepararlo es en la sartén. Te recomendamos que no añadas más grasa que la del propio beicon. Usa una sartén antiadherente y pon el beicon cuando la sartén esté fría. Ponemos a fuego medio. Tapamos la sartén para evitar que la grasa salte. Cuando la grasa comience a ponerse transparente le damos la vuelta y esperamos hasta que el reduzca su tamaño y se ponga crujiente y dorado. Lo dejamos escurrir un momento sobre papel de cocina para que absorba la grasa sobrante.