El puré de patatas o calabacín siempre han sido dos opciones ricas y fijas para acompañar gran variedad de platos. La espectacular cremosidad y sabor, son las características que ayudan a poder encontrarlos en varias recetas hoy en día. Pero a nosotros nos gusta innovar de vez en cuando y es por esto, vamos a reversionar estos tradicionales purés. Toma nota de cómo hacer un exquisito puré de berenjena.
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La berenjena se ha convertido en uno de los productos más deseados, tanto por sus propiedades como por las opciones que ofrece a la hora de cocinarse. Se puede hacer como guarnición, tanto frita como al horno, pero también puede ser el plato principal. La receta más famosa es la berenjena rellena, pero también se puede hacer un puré de escándalo. Te vamos a enseñar un plato sin ninguna complicación, rápido, y con un resultado que va a convencer a todos tus comensales.
Ingredientes del puré de berenjenas
- 2 berenjenas
- 1 patata
- 1 zanahoria
- 250 ml de caldo de pollo
- Pimienta molida
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
¿Cómo hacerlo?
Para lograr este rico puré, debes pelar y lavar tanto la patata como la zanahoria. Córtalas por la mitad para que su cocción después sea más rápida. El siguiente paso es coger una cazuela y agregar el caldo de pollo (o agua). Espera unos minutos a que eche a hervir. En ese momento integra las verduras y deja que se cocinen durante unos quince minutos (hasta que veas que están blandas). Después retíralas y reserva el caldo que te ha quedado, lo vas a tener que usar después.
Lava las berenjenas y córtalas longitudinalmente. Ponlas en un recipiente apto para el microondas y mételas durante 10 minutos a máxima potencia. Después retira la pulpa y reserva. Agrega la berenjena en un vaso batidor y después haz lo mismo con la patata y la zanahoria. Añade sal y pimienta al gusto y un poco de aceite de oliva (una cucharada es suficiente).
Por último, agrega un poco del caldo de pollo donde has cocido las verduras, triturar e incorporar más líquido según la textura que desees. Lo conveniente es que esté tirando a espeso, pero que sea una crema con cierta ligereza para poder disfrutar al máximo. Pon el resultado en un plato y come caliente o frío según la época del año. Ahora, con la llegada del otoño y la lluvia, esta es una receta ideal para acompañar tus platos y de paso, entrar en calor.